Conquistaré a Lucifer. [Radioapple]

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Todos en el Hotel notaron el cambio de los dos némesis que hicieron un drama la primera vez que se conocieron.

Digamos que lo que más llamó la atención de todos, fue la sonrisa genuina que le daba al soberano; pero lo que les da un poco de gracia es que el mismísimo Lucifer ceda ante lo que el ciervo pida.

¡Hasta hubo rumores de que Lucifer le vendió el alma a Alastor y que por eso le obedece en todo!

Menudos imbéciles, solo hablan mierdas.

Hoy está está especialmente de muy mal humor, justo ayer bajó JC a inspeccionar el hotel, dando su visto bueno en la mayoría de las cosas. Le gustó ver la felicidad en el rostro de su bebé, ella cumplió su sueño y aunque él no estuvo desde sus inicios en el Hotel; se está encargando de dar lo que no pudo en esos años de ausencia.

Toc toc toc.

Ahí viene.

Se puso de pie, fingiendo una sonrisa mientras agarraba el saco que estaba en la silla (llena de patitos por cierto) y abrió la puerta. Con un Alastor sonriente - como siempre-, y con su vestimenta normal.

Lucifer alzó una ceja.

— ¿Qué no tienes otro tipo de ropa? — cuestionó.

El pelirrojo alzó las cejas divertido, inclinando el rostro a un lado; mirando expectante a su soberano.

Llevó sus dedos largos a sus labios, sonriendo burlón.

— Solo necesita ver mi rostro, Alteza. ¿O insinúa que debo quitarmela para que esté satisfecho? — sonrió, dejando ver un poco de picardía a través de su voz.

Lucifer chasqueó la lengua, sintiendo un leve ardor en las mejillas.

— Eres un imbécil. — gruñó.

— Por favor, su gracia. Use esa agresividad en nuestra cita. — extendió una de sus manos para que el rey la tomara.

Lucifer frunció el ceño, viendo con algo de necedad en tomar esa mano.

Al diablo, yo me metí solo a la boca del ciervo.

Suspiró con pesadez, agarrándola y saliendo a paso veloz del hotel... Donde todas las miradas se posaron sobre ambos. ¡Lo que quiere evitar es ser atrapado o que lo emparejen con el rarito de Alastor!

El pelirrojo sonreía, no se le veía molesto por ser jalado de esa forma, la única razón por la que no dice nada es por su misión y no debe haber margen de errores; solo debe de aguantar un poco más al rey del infierno y eventualmente tendrá su recompensa.

— Por cierto, gran majestad. ¿A dónde vamos?

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Alastor había esperado algo... más apropiado para la cita.

Había dejado que Lucifer eligiera el lugar donde haría el primer movimiento para conquistarlo, pensó en todas los posibles eventos; imaginó los posibles lugares del infierno que aún no conocía.

... Pero ciertamente nunca se esperó que sería traído a la tierra.

— ¿Iremos a la tierra? — artículo, frunciendo el ceño aún con su sonrisa.

Uy, que horror. ¿No deja de sonreír ni cuando está molesto?

Lucifer miró al ciervo con una pequeña sonrisa tranquila, no dijo nada y solo tomó la iniciativa de agarrar su mano y guiar al pecador a su lugar.

Sonrió divertido. — Error, cervatillo, estamos en la tierra.

— Pero, mi señor... Nuestra apariencia no...