Calor

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#Henrway

El calor del norte era insoportable en verano, los ventiladores luchaban por soltar la mínima briza de aire fresco que al final terminaba siendo una radiación de calor directo a tu rostro, en aquella caravana del tamaño de una habitación el calor se guardaba como un horno y Conway se estaba replanteando cada decisión de su vida, se preguntaba como había llegado hasta ahí, que elecciones lo llevaron a terminar acostado en un sofá viejo y asqueroso mientras usaba simplemente unos Bóxer y se sentía pegajoso. La puerta se abrió mientras se encontraba en su debate mental y por ella entro Henry Williams, el sheriff del norte y la razón de su infierno.

-¡Conwis!- dijo con felicidad- Conseguí unas cervecitas frías como el cuerpo del tipo con el que mi ex mujer me engaño-

-Me quiero suicidar- gruño después de escucharlo hablar.

-Vamos Conwis, siéntate y disfrutemos de este elixir- se acerco a el y le dio unos golpecitos en sus piernas para que las moviera.

Conway con mucho pesar retrajo sus piernas y se sentó, estiro su mano para agarrar la botella que le ofrecía y le dio un largo trago, la risa escandalosa de Henry lleno el espació de la caravana y lo hizo sonreír, aquel tipo estaba tan loco como una cabra pero adoraba eso, en ese momento ya era más clara la razón de sus elecciones tan cuestionables.

Los dos estaban tan perdidos mentalmente y se comprendían, Conway no se creía tan perdido como su actual pareja pero tenía sus momentos. Cuando termino su segunda cerveza y Henry su cuarta el calor que sentía en el cuerpo ya no era tanto por el calor abrazador del norte, Henry le seguía contando una historia tan irreal y tonta mientras movía su mano por su pantorrilla y la iba subiendo hacía su rodilla y poco a poco más arriba, los dedos curiosos acariciaban la zona donde su bóxer se encontraba más flojo y se podía ver la piel de su entre pierna.

Conway era muchas cosas, muchísimas, pero paciente no era una de ellas, con la suficiente fuerza empujo a Henry desde su pecho hasta que quedo recostado en el otro lado de aquel sofá, soltó un jadeo y parpadeo ligeramente, la botella se le resbaló de los dedos cuando el Super intendente de la ciudad se poso encima suya, exactamente sobre su miembro.

-Joder Conwis- soltó un silbido obsceno- Hay cosas que solo yo y dios podemos ver-

-Cállate la boca por un segundo mierda- sin dejar que el otro reaccionara lo beso con fuerza, las manos del sheriff lo agarraban por los muslos y daba fuerte apretones mientras sus labios chocaban, se acariciaban y mordían, sus lenguas se acariciaban y Henry aprovechaba para morderle la punta para molestarlo.

Sin dejar de besarse Conway estiro una de sus manos para empezar a quitarse el bóxer, Henry se dio cuenta de esto y se paro manteniendo el cuerpo de Conway entre sus brazos, sin escucharle mientras le gritaba improperios en su oído lo dejo caer en el sofá para luego enjaularlo con su cuerpo, le quito la ropa interior con el intención de romperla pero sin tener suerte. Los muslos de Jack ya tenían marcas rojizas y su miembro se encontraba erecto.

-Sabía que te gustaba lo rudo conwis, te voy a dar duro para que lo sientas cada que te sientes en el patrulla, para que desees quedarte en el norte- dijo entre jadeos, con rapidez desabrocho sus pantalones y se saco su polla a la cuál le dio unas cuantas caricias para levantarlo por completo.

El calor era algo asfixiante en ese punto, sus cuerpos sudorosos que se rozaban entre cada beso lleno de pasión y saliva.

-Vas a hacer algo real o tomo mis cosas y a tomar por culo hijo de puta- le gruño en la cara.

-Siempre tan impaciente conwis, no has cambiado nada- le sonrío con cariño mientras le daba una pequeña mordida en la punta de la nariz.

Se arrodillo en el suelo y estiro los muslos contrarios para que la zona que buscaba quedara expuesta, se relamió los labios y sin aviso empezo a lamer la entrada de Conway, un fuerte jadeo salió de la boca de Jack, dejo caer con fuerza su cabeza en la cabecera y sintió los dedos de sus pies temblar. Era una sensación rara, la lengua que serpenteaba por todo alrededor y era tan claro como sentía como poco a poco la introducía, había una leve molestia que le generaba que la barba de Henry le rozara pero era hasta cierto punto soportable.

Cuando la respiración de Jack era inestable Henry se separa y le introduce dos dedos de golpe, por reflejo le da un fuerte golpe en el brazo mientras araña la piel hasta hacerla sangrar. Los dedos hacían movimientos de tijera buscando extender la zona.

No espero mucho más para sacar sus dedos y posicionar su miembro, inhalo con fuerza antes de empezar a introducirse con lentitud, entrelazo sus manos con la de Conway y las sostuvo sobre el colchón del sofá, con un movimiento de caderas poco a poco llego hasta el tope, ambos suspiraron y se quedaron así.

-Conwis te sientes riquísimo, te lo juro por mi perro- suspiro y empezo a darle besos por todo el rostro.

-Dios santo, ¿Qué vi en ti?- pregunto con ironía.

-Mi gran personalidad por su puesto- dio una fuerte embestida para aclarar su punto.

-Lo único que vi de ti- rio antes de besarlo en los labios con suavidad, eran de esos pocos momentos donde se tomaban el tiempo de ser suaves.

Pero eran momentos cortos, siguieron besándose y Henry no dudo en empezar a moverse con rapidez, el no quería saber del concepto de lentitud en ese momento, introducía su pene con fuerza buscando aquel punto que haría que Conway terminara chorreando, ese era su objetivo.

Conway intento liberar sus manos pero Henry lucho para que no sucediera, cuando su cuerpo se debilito en medio de tantas embestidas lo soltó y lo agarro por los muslos, Conway por su parte lo abrazo por el cuello y enterró sus uñas en su espalda y le dio una fuerte mordida en el hombro.

Henry lo embestía como una bestia y los gemidos de Conway llegaban a ser gritos cuando atinaba tantas veces justo en su punto.

-¡Henry!- grito mientras movía su mano a su pene para darle unas pocas caricias y correrse.

Henry gruño al sentir como las paredes se apretaban alrededor de su miembro, siguió moviéndose pero con embestidas mas torpes hasta que se dejo caer sobre Jack mientras se corría en su interior. Sus respiraciones se sincronizaron y los jadeos iban disminuyendo hasta solo eran pequeños suspiros.

-Quítate de encima, eres un maldito oso caliente- le dio unos golpes en la espalda.

-No, quiero quedarme aquí con mi Conwis- se acomodo lo mejor que pudo y dejo un beso encima de su pezón derecho.

-Voy a derretirme a este paso gilipollas- gruño

-Pero de amor- murmuro sobre su piel.

-joder...- bajo su mirada a Henry y suspiro- Es irritante lo mucho que me me molestas-

-Yo también te amo, no tienes que decirlo- dijo entre risas.

-Lo se..-


Carol 20/02/24

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