𝐃𝐞𝐦𝐨𝐧: 𝑻𝒓𝒊𝒔𝒕𝒂𝒏 | 𝐌𝐨𝐤𝐮𝐬𝐡𝐢𝐫𝐨𝐤𝐮 𝐧𝐨 𝐲𝐨𝐧𝐤𝐢𝐬𝐡𝐢

006 | 𝐀𝐜𝐞𝐩𝐭𝐚𝐫

— ¡No quiero! — Exclamo Tristan mientras abrazaba a Hera y evitaba que los guardias de Lyoness se lo llevaran — Hera, Hera, no me dejes por favor — Empezó a llorar mientras los guardias por fin pudieron separarlo de Hera — No quiero ir a Lyoness yo quiero quedarme contigo.

— ... Príncipe esta es una orden de tu maestra, vuelve a tu reino yo me encargare de esta alimaña — Miro mal a Mael el cual estaba herido de pies a alas.

Y así el príncipe Tristan volvió a Lyoness donde fue muy bien recibido.

— Príncipe, es hora del desayuno — Hablo una sirvienta al príncipe de ya catorce años.

—...— Tristan solo la miro y salió yendo al comedor, pero se encontró con un chico, Chion.

— Príncipe — Hizo una reverencia mostrando su gran respeto hacia Tristan.

Tristan se puso recto y solo lo ignoro como a hecho desde que ya no esta con Hera. Loa sirvientes lo veían con pena y empezaban a dar murmullos.

— Ay, de seguro esa bruja le hizo algo malo él príncipe antes hablaba.

— Si de seguro eso debe de estar traumado que cosas horribles le pudo haber hecho.

— Escuche que ella se fue con la deidad Suprema y que este le dio su merecido castigo.

— ¡¿QUÉ?! — Tristan pego un gran grito.

El grito se escucho por todo el palacio y sorprendió a todos pues desde que trajeron a Tristan este no le hablo a nadie ni a su admiradora Isolda. Todos corrieron a ver lo que pasaba y vieron a Tristan con su materia oscura que ni siquiera podía controlar.

— ¡Explicate como que Hera tuvo un castigo! — Los ojos bicolor del príncipe se volvieron completamente oscuros.

— ¡Tristan! — Elizabeth se metió entre la materia oscura salvando a la sirvienta que estaba muerta de miedo — ¡¿Tristan por qué hiciste eso?! ¡Respondeme!

— ¡Tristan no toleraremos ese tipo de comportamientos! ¡Si no puedes controlar tus poderes demoníacos no los uses! — Meliodas sabía por Hera que Tristan podía evitar que sus poderes demoníacos salieran por ira por lo cual supo que Tristan lo hizo a proposito y sabiendo las consecuencias — ¡Respondeme!

— La ley del hielo — Hablo Margaret — sigue con su ley del hielo.

Tristan se empezó a ir mirando a todos con despreció aunque a penas de alejo de todos cambio su mirada a una preocupada.

— Si fuera Elizabeth fuera Hera me ubiera dado una cachetada que me mandaría a visitar a mis antepasados — Murmuro temblando recordando lo fuertes que eran las cachetadas de Hera.

— Príncipe...— Volvió a cambiar su mirada al ver a Chion — Vi lo que hizo, no le parece que es mucho drama por esa bruja que lo secuestro.

La mirada de Tristan mostraba un rontundo despreció odiaba con todo su ser que insultaran a Hera si la insultan diganlo en cara de la propia Hera.

Tristan sin ningún miedo se lanzó a Chion dándole un puñetazo en cual este esquivo a duras penas. Luego fue otro y otro hasta que Chion tuvo que empezar a retroceder pues los golpes dejaban marcas en donde golpeaban.

— ¡¡NADIE INSULTA A HERA ESTANDO YO PRESENTE!! — Grito Tristan dando otro golpe que le dio a Chion en el plexo solar.

Chion escupió un poco de sangre, pero empezó a pelear ya de manera seria cuando vio que Tristan trataba de utilizar su materia oscura.

— Todo esto por esa mujer insignificante — Tristan se detuvo y miro a Chion con el mayor despreció.

— ¿Mujer insignificante? ja,ja,ja, Ja, Ja, Ja, JA, JA, JA — Empezó a reír a grandes carcajadas mientras se agarraba el cabello en una coleta — Esa mujer insignificante me enseño a aplastar insectos ¿quieres que te lo demuestre? — La materia oscura de Tristan se hizo visible atacando a Chion el cual a duras penas salió vivo pues su tíos y sus padres llegaron a ayudarlo.

《Esto se me esta yendo de las manos el no tolera que hablen de Hera la tiene en un trono de oro y diamante con las ropas de reina. Tristan tiene tanta admiración a Hera que no tolera tan siquiera que pronunciemos su nombre de mala manera》

Pensaba Meliodas viendo que a pesar de todo su hijo no les respondía.

— Llamo a mi maestra mujer insignificante y yo le demostre que el insignificante era él — Y con eso el príncipe se fue.

《No nos queda otra, llamare a la única que puede diciplinarlo... Hera 》