6. El señor y el bebé

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"Voy a escribir una historia de sexo en cada pliegue de tu cuerpo".

No cualquiera podía decir aquellas palabras y crear un efecto tan sublime, mierda, su cuerpo completo se movió con un escalofrío que lo bañó de pies a cabeza hasta salir por sus labios como un gemido suave y agudo.

El calor de Sexual Writer se fue alejando y la sensación de soledad fue creciendo, no podía ver cosa alguna porque estaba con una venda cubriendo sus ojos, pero ¿Acaso aquello no hacía más que dejar sus terminaciones nerviosas aún más receptivas? sí, lo estaban.

La mano de aquel hombre sostuvo la suya para que caminara unos pasos en aquella habitación, ni siquiera tenía miedo de chocar con algo porque sabía que estaba protegido.

—¿Hay reglas? —murmuró con la voz inestable pero no pensó si quiera en odiarse a sí mismo por ello, ni siquiera creía estar pensando.

—Confía tu cuerpo a mí —susurró tras su oreja— abre tu mente.

Hyunjin retrocedió exactamente dos grandes pasos para evaluarlo de arriba hacia abajo mientras caminaba alrededor de su figura. Felix estaba respirando entrecortado, sus manos se enlazaban y apretaban ansiosas la una a la otra mientras sus pies no podían estar del todo quietos. Su cabeza estaba hacia abajo, sus labios entreabiertos, su cabello un poco despeinado.  Tragó saliva, él también estaba ansioso, sabía muy bien que aquel muchacho tenía fobia, sabía que era su vecino y mejor amigo de su primo, que apenas se conocían y que difícilmente podrían acercarse de esa manera si se presentaba con su verdadera identidad, aunque su lado sexual era tan parte de él que no estaba engañándolo con nada que no existiera, solo omitía, no había pecado en ello.

Y sí, apenas podía conocerlo pero por las insinuaciones que Felix había hecho como Yongbok, se había hecho una idea de lo fogoso que podía llegar a ser.

—Tengo tanto que podría hacerte —sus susurros no hacían más que calentarlo— toca.

El muchacho obedeció, estiró las manos y las descansó encima de su torso cubierto por una camisa delgada, el calor traspasaba la tela y llegaba su piel, descendió las palmas hasta llegar a la pretina de un pantalón. Podía imaginarse un cuerpo más o menos ceñido a un traje formal, como una autoridad, un jefe, estaba seguro que lucía como uno.

Sus dedos jugaron con la parte inferior de una corbata, se sentía mareado, era deseo.

—Tóqueme —gimió.

No necesitaba que se lo dijera porque lo iba a tocar en todas partes, sin embargo la manera en la que su voz se lo había rogado lo volvió loco.

Lo empujó con un poco de violencia para que se cayera de espaldas en la cama, los brazos de Yongbok se extendieron por sobre su cabeza hacia atrás dejando completo acceso a su cuello, su cuerpo y su rostro. Hyunjin gruñó, dejó una rodilla a lado de cada cadera y se inclinó hacia él para besarlo con ímpetu. Aquellos labios que habían estado rodeando un caramelo en las fotografías eran mucho mejor de lo que había imaginado, succionó el inferior con la misma fuerza que sujetaba los brazos del muchacho por sobre su cabeza, eran suaves como gomitas pero húmedos como a él le gustaba que estuvieran los cuerpos de las personas.

Sentir y escuchar el gemido escapar de su garganta, la necesidad demostrada en como movía su cadera tratando de buscar una fricción. Respondía un poco torpe al beso fogoso lo que movió algunas piezas en su cabeza. Seguramente era la primera vez que daba un beso.

Pero ¿Aquello iba a espantarlo? jodida mierda, su entrepierna se endureció más. Estiró su lengua y repasó la punta de ella por el lóbulo derecho repetidamente, como el mejor ejercicio de sexo oral que alguien quisiera recibir.

"Sexual Writer" (adaptación hyunlix - Stray Kids)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora