Brother ; Bajifuyu

Capítulo 22

Luego comenzaron a subir y parecía que iban hacia el Este, y luego oscureció y estaban en medio de una tormenta, la lluvia era tan espesa que parecía volar a través de una cascada, y luego salieron y Compie giró su cabeza. cabeza y sonrió y señaló y allí, delante, todo lo que podía ver, tan ancho como el mundo, grande, alto e increíblemente blanco bajo el sol, era la cima cuadrada del Kilimanjaro. Y entonces supo que allí era adonde se dirigía.

–Ernest Hemingway, Las nieves del Kilimanjaro

"¡Por favor, vuelve pronto!"

La puerta de cristal se cerró detrás de ellos. Con el estómago lleno de comida caliente, Chifuyu se sentía cálido y perezoso como si estuviera en una sauna de vapor.

"Vamos a casa." Chifuyu se dio vuelta para decirle a su hermano.

"Bueno."

La luna era especialmente brillante esa noche y con la fragancia de los jazmines flotando en el aire de la tarde, el suelo parecía estar cubierto por una fina capa de nieve. Aunque la semana pasada había sido dura y la semana siguiente no iba a ser más fácil, Chifuyu se sintió contento por el breve período de descanso.

Mientras abría el candado de la bicicleta, preguntó: “¿Quieres volver a casa en bicicleta o caminar hasta casa?”

Baji mantuvo la cabeza baja en contemplación.

Chifuyu miró a la luna y dijo: “Hace mucho tiempo que no salimos a caminar por la noche. Demos un paseo y digeriremos un poco de esta comida”.

Sin decir nada, Baji se adelantó para agarrar la mano de su hermano.

La mano del niño más joven era diferente de la de Chifuyu en que estaba constantemente caliente. Érase una vez, Chifuyu podía fácilmente envolver el puño del niño en una mano, pero ahora tenía la impresión de que no podría liberarse de la mano alrededor de sus dedos.

¿Cuándo su hermanito creció tanto?

“Hace mucho tiempo que no medimos su altura y su peso. Recuerde pasar por la clínica de salud la próxima vez que pasemos por allí”.

"Bueno."

Había llevado a su hermano a pasear en bicicleta desde que tenía uso de razón, pero últimamente empezaba a resultarle agotador. Ya no podía subir una colina pisando más fuerte el pedal, sino que tuvo que soltar a Baji y caminar la colina juntos.

Chifuyu puso una palma sobre el hombro de Baji y observó su altura. “Creo que volviste a crecer este mes. Mi cabeza llegaba antes a tus ojos, pero ahora sólo llega a tu nariz. Si esto continúa, alcanzaremos los seis pies antes de que finalice el verano”.

Baji tomó la mano de su hermano de su cabeza y la colocó contra su propio pecho.

Después de un momento de vacilación, un tímido Chifuyu retiró suavemente su mano.

“Está bien, ya se está haciendo tarde.
Tenemos que volver a casa. Ven ahora."

Empujó apresuradamente la bicicleta, pero después de unos pocos pasos se dio cuenta de que su hermano no lo seguía. Miró hacia atrás con la misma prisa.

Baji estaba parado en el mismo lugar mirando a su hermano con una mirada tan fija y fija que Chifuyu sintió que su corazón daba un vuelco.

"¿Qué pasa, Baji?"

Baji dio un paso hacia su hermano y abrazó al niño mayor antes de comenzar a frotar su cabeza contra el hombro de su hermano como un perro tratando de llamar la atención de su dueño.