Fallen || Jujutsu Kaisen Male Reader Insert

Los Juegos del Sacrificio

— ¿Recuerdas nuestra conversación sobre como crear un mundo de maldiciones?

Yuki sonríe mientras dirige su mirada hacia ti.

— «Necesito conseguir tiempo para que Larue se mueva»— piensa ella.

Tú te sientes intrigado ante la mirada de la mujer. Ella vuelve su mirada a Kenjaku.

— No importa el método que uses los humanos siempre alcanzarán un nivel mucho más alto. La siguiente etapa de la humanidad…radica en deshacerse de la energía maldita.

Lo que era el rostro de confianza de Kenjaku se borra al instante dejando ver una expresión bastante seria y enojada.

— No. La siguiente etapa debe de radicar en optimizar la energía maldita.

— ¿Quién eres tú?— Itadori pregunta—. Realmente no entiendo a ninguno de los dos.

— Pensé que habías abandonado ese método hace 12 años cuando murió Toji Zenin.

— Hablé con Geto al respecto, así que decidí volver a los principios originales— contesta Yuki—. Además, tu método tiene una gran falla. En comparación con Japón, existen muy pocos hechiceros y espiritus malditos en el extranjero. La barrera de Tengen es necesaria para optimizar la energía maldita. Los únicos capaces de convertirse en hechiceros a través de Tengen y optimizar la energía maldita son los humanos de este país.

Yuki frunce el ceño mientras que Kenjaku empieza a dibujar una sonrisa.

— Si eso llegara a suceder Japón tendría un monopolio sobre la energía maldita. Se convertiría en una cierta super potencia y los países del medio oriente no se quedarían en silencio. Los seres humanos son los causantes del origen de la energía maldita, entonces puedo imaginar el sufrimiento que resultaría de esto, ¿Cierto? Esa clase de mundo es muy distinto del mundo ideal que yo imagino.

El silencio queda en el lugar antes de que la risa de Kenjaku suene. Miras hacia el hechicero viendo que Uraume ahora camina junto a él.

— ¿Y qué? Tenemos objetivos diferentes. No deseo un mundo sin espiritus malditos. O un mundo idílico y pacífico. No-hechiceros. Hechiceros. Espíritus malditos. Esas son todas las posibilidades de energía maldita en forma de seres humanos. Pero todavía deben de existir más formas, esto no es todo del potencial del ser humano. Yo mismo intenté crearlos.

Kenjaku mira a Choso quien luce bastante frustrado y lastimado.

— Y quise experimentar con las capacidades de las Ocho Hojas.

Luego la mirada del hechicero cambia cuerpos va en tu dirección, tú sorpresa es evidente al igual que Yuki. Tu mano logra moverse, sonríes al darte cuenta de que ya pasó el tiempo asignado.

— Pero no funcionó. Los que pude crear no pudieron exceder los límites de mi propio potencial. La respuesta siempre ha estado resplandeciendo oscuramente dentro del inmenso caos— Kenjaku extiende su mano dejando ver la energía maldita en su mano—. ¿Lo entiendes? Lo que debería haber creado era un caos que ni siquiera yo fuera capaz de controlar. Ya he terminado de extraer las técnicas malditas que usaré.

Yuki abre los ojos en shock. Rápidamente se gira en dirección a Itadori quien se ve sorprendido por la rápida reacción.

— Hay una maldición llamada Mahito, ¡¿Cierto?! ¡Tiene una técnica maldita que puede manipular el alma!

— Ese tipo lo absorbió.

— ¡¿En serio?!

— ¡Mutación pasiva!