Incertidumbre ~GaaSasu~

11

Gaara se dirigía a las afueras de la aldea, había logrado terminar con todos sus pendientes por ese día y decidió salir un momento.

Llevaba consigo una canasta que había preparado esa mañana; el día era agradable al igual que el clima y el recorrido fue tranquilo, pero una vez llegó al lugar su corazón se estrujó como siempre desde que lo había perdido.

Frente a él estaba aquel lugar donde vió por última vez a Sasuke.

Su mirada lo recorrió con melancolía y se dirigió a la pequeña lápida que estaba a unos metros de donde estaba.

-. Lamento la demora Sasuke.- habló al viento mientras dejaba la canasta sobre el suelo pastoso -. Sé que no he venido mucho el último mes, pero las cosas en la aldea se complicaron un poco.- sacó un pequeño ramo de flores blancas de la canasta.

Se acercó a la lápida y dejó las flores sobre esta.

-. Aunque ya solucionamos las cosas.- sonrió con nostalgia mientras pasaba su mano por la lápida -. Logré escapar de Kankuro para venir a verte.- soltó una pequeña risa.

Dió la vuelta y se dirigió a la canasta, de ella comenzó a sacar las cosas que llevaba.

-. Es algo gracioso ¿no?.- extendió la manta frente a la lápida y la acomodó con delicadeza -. Pero tenía que venir, no creas que lo he olvidado.- colocó la canasta en una esquina de la manta y sacó dos obentos.

Al terminar de acomodar todo se sentó sobre la manta, quedando frente a la lápida.

-. Realmente me haces falta.- sonrió con tristeza -. Ya van cinco años de tu partida y aún la siento como si hubiese sido ayer, mi único consuelo es la carta que me dejaste.

El recuerdo de ese día pesó en su corazón.

-. La leo cada noche antes de intentar dormir.- abrió ambos obentos, acercó uno de ellos a la orilla de la manta, frente a la lápida y la otra la sostuvo en su regazo.

Comenzó a comer en silencio.

El viento soplaba suavemente, provocando que las hojas de los árboles chocarán entre ellas, creando una atmósfera relajante.

Nada comparado al torbellino dentro de Gaara.

-. Sé que cometí muchos errores contigo y realmente me arrepiento de haberte dado la espalda en ese entonces.- habló luego de unos minutos.

Su garganta se le cerró ante el recuerdo de ese fatídico día en el que decidió creer más en otros que en Sasuke.

-. Nunca tuve la oportunidad de pedirte perdón por la forma tan horrible en que te traté y nunca pude decirte lo mucho que me he lamentado desde entonces.

Alzó la mirada y la posó en el nombre sobre la lápida.

-. Fui un completo imbecil contigo cuando lo único que hacías era velar por mi bien, pero en ese entonces no quise entender.- dejó del obento sobre la manta nuevamente -. Perder a Shukaku fue un gran golpe emocional para mí. Aunque eso no justificaba mis acciones.- susurró con pesar.

Volteó hacia la canasta y la tomó, de ella sacó una pequeña caja, le quitó el listón que la mantenía cerrada y retiró la tapa que la cubría.

-. Te dije que no se me había olvidado.- sostuvo el contenido de la caja entre sus manos y vió hacia la lápida, extendiendo levemente sus manos en la misma dirección.

-. Feliz cumpleaños, Sasuke.- dijo con una pequeña sonrisa.