Día 01: Infancia

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Sanji Week 2024

Día 01: Infancia

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Sanji tenía un sensor para lo que fuera que necesitaran Nami y Robin, una edición especial de su radar Mellorine, solo para ellas. Pero, aunque sabía que funcionaba correctamente, ahora no podía captar las señales de lo que fuera que molestaba a Robin.

No creía que fuera por haberla obligado a pelear una de sus batallas en Wano, porque ella estaba feliz de poder mostrar su poder y de su acto de confianza.

Sacudió su cabeza, definitivamente, no podía ser eso.

Aun así, la arqueóloga estaba demorando como nunca en su taza de té de limón que le había pedido tras el almuerzo y ni siquiera tenía un libro con ella, que solía ser el único motivo por el que podía demorarse con su té.

Suspiró y decidió levantar la mirada de los platos para mirar a su compañera.

En realidad, en cuanto la miró, supo que era mentira, él podía captar muy bien que era lo que quería Robin, brotaba de ella esa energía de querer saber, de descubrir fragmentos de cuentos sabidos a medias. Y tenía la sospecha que quería saber cosas de él. Vio la chispa en su mirada durante el almuerzo cuando Chopper habló sobre como su hermana habia salvado a Luffy camino a Whole Cake, vio la emoción de Usopp y Franky cuando recordaron el Raid Suit que usó en Wano.

Y, de hecho, podía sentir la presencia de ambos fuera de la cocina, como si hubieran mandado a Robin a preguntar.

Malditos cobardes.

—Robin-chan —dijo, tomando un paño para secarse las manos.

—Sanji.

—Suéltalo —le dijo sin rodeo, apoyando ambas manos en el lavaplatos, para parecer relajado.

—No sé a qué te refieres —comentó divertida, terminando su té.

—Puedes preguntar, Robin-chan —cerró los ojos y suspiró, para cruzarse de brazos, como si estuviera protegiéndose—. Ustedes también, idiotas —elevó la voz para que Franky y Usopp entraran a la cocina, algo apenados, como si estuvieran avergonzados. Aunque se sorprendió cuando detrás de ambos, también entró Zoro con ellos. Elevó la ceja izquierda, pero el espadachín lo ignoró, dejándose caer en el sofá de la cocina, como si fuera a echarse una siesta.

Entonces, Sanji comprendió el asunto.

No era solo Robin, era el equipo que quedó atrás, el que tuvo que infiltrarse en Wano mientras Luffy iba por él.

—Cuatro preguntas —condicionó el cocinero, mostrando cuatro dedos. El número hizo que Zoro se riera brevemente, pero Sanji no cayó en su provocación, ya arreglaría cuentas con el bruto más tarde.

—Primero —Usopp elevó la mano como si fuera un niño en busca de respuestas—. Entonces, ¿eres un príncipe? —Sanji hizo una mueca ante eso, pero afirmó con su cabeza.

—De nacimiento, sí —afirmó—, pero fui repudiado y dado por muerto, así que podría decirse que soy, ¿el fantasma de un príncipe? —trató de bromear para no dejar salir cuando le afectaba eso. Robin se río de su broma, así que la distracción funcionó bastante bien.

—Eso me recuerda a cómo te conocí —Robin llevó su dedo índice derecho doblado sobre sus labios, mientras sonreía con nostalgia—. Mr. Prince. —sonrió genuinamente ante el recuerdo de su paso por Alabasta—. Realmente nos jugaste una bien grande, y dos veces.

Sanji à la carteWhere stories live. Discover now