Día 04: Día Moderno

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Sanji Week 2024

Día 04: Día Moderno

~AU~

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Sanji no quería afirmar que había fracasado.

No, se negaba.

Él que fue a la mejor escuela de gastronomía del país, él que había recibido ofertas laborales de muchos restaurantes con tres estrellas Michelin, que experimentó durante cinco años de su vida el trabajar bajo el mando de otro chef, él que junto cada peso, centavo a centavo, para poner su propio local de comida.

Él que se caracterizaba por amar lo que hacía y tenía una fe ciega en su comida...

...tenía su restaurante vacío.

Las pocas personas que habían entrado durante el último mes, por no decir la única, apenas si le habían servido para pagar los gastos que tenía, y aunque se había apegado a lo que su contadora le habia dicho "El primer año apenas verás ganancias" esto ya era rayar en lo absurdo.

¿Por qué nadie entraba? ¿Por qué nadie quería un plato que hiciera volar su cabeza de la explosión de sabores?

No entendía, ¿por qué la gente no venía?

Y no es que hubiera otro restaurante cerca, había elegido el sector porque estaba bastante aislado de competencia, tenía una fabulosa vista al mar donde podía ver el amanecer mientras preparaba todo para iniciar el día.

Suspiró agotado, desprendiéndose los primeros botones de su traje blanco de cocina.

Quizás carecía del carisma para llevar a cabo tal labor.

Llevó ambas manos a su cabeza y se revolvió el cabello en frustración.

Iba a tomar una de sus botellas de vino tinto y se la iba a tomar completa mientras fumaba mirando el mar cuando un suave tintineo hizo que su cabeza girara a la puerta.

—Hola —lo saludó un joven de cabellos oscuros y una brillante sonrisa— ¡Me alegra que este abierto todavía! —Sanji inclinó un poco su cabeza, tratando de entender que estaba pasando.

—¿Qué es lo que desea? —preguntó.

El chico se río con ambas manos en su estómago, fuerte, ruidoso y algo dentro de Sanji se estremeció.

—Deseo comida, ¿qué más? —y cuando volvió a observarlo, de nuevo se encontró con una enorme sonrisa que casi dividia su rostro en dos.

—¿Algo en especial? —preguntó guardando la caja de cigarrillos en su bolsillo— Puedo preparar tu porción en unos minutos.

—No creo que una porción sea suficiente —dijo divertido, abriendo la puerta, dio un fuerte grito al exterior «Vengan»

Y cuando el chico volvió a entrar, manteniendo la puerta abierta una gran variedad de personas ingresaron al establecimiento. Algunos comentando que nunca habían venido, otros que habían probado la comida, pero por tiempo no habían podido regresar, otros veían encantados la vista en altura del mar que rodeaba el pueblo.

Sanji salió de su aturdimiento viendo todas las mesas llenas de gente, y volvió la mirada al chico que todavía le sonreía y lo recordó, aunque habia sido difícil reconocerlo sin el típico sombrero de paja que cubría sus cabellos.

Sanji à la carteWhere stories live. Discover now