Y si....? || harem? Más o menos

Cap 11 no?

Bro siento la tardanza pero Esque no me apetece nada escribir y vosotros sois unos marginados que no me hablan 😭🔫. Tampoco me queda imaginación jeje.. también me hice daño en el dedo meñique y lo sujetaron con el de alado asique perdí dos dedos.

Una nueva mission y los hijos del infierno👹
Parte 3

POV Thalia
A la salida del vertedero, tropezamos con un camión de remolque tan desvencijado que parecia que también lo hubiesen dejado alli como chatarra. Pero el motor arrancó y tenía el depósito casi lleno, así que decidimos tomarlo prestado.
Yo conducía, pues era la menos aturdida del grupo.
Avanzamos por el desierto bajo un cielo límpidamente azul. La arena brillaba de tal modo que no podías ni mirarla. Zoe iba en la cabina conmigo; Grover y Nico, en la caja, apoyados en el cabrestante. El aire era caliente y seco, pero el buen tiempo parecía un insulto después de perder a Bianca.
Nico Llevaba apretada en la mano el pasador de pelo que le había gustado a bianca, después de no encontrarla se acercó a un montón de chatarra y se lo llevó.

-Tendría que haberme tocado a mí -dijo Nico, y una lágrima bajo por su mejilla-. Tendría que haberme metido yo en el gigante.- todos nos quedamos callados ante eso, ninguno sabía como apoyarlo.

-Mira,..Nico.- empezo Zoë, esperaba que no lo empeorara ya que conociéndola..- el destino ha sido así, tienes que aceptarlo. Bianca decidió su propio camino, hay que apoyar su decisión.- al decir eso Nico pareció entrar en razón y se calmó, el sabía que Zoë tenía razón.

Se nos acabó el depósito a la entrada de un cañón. Tampoco importaba, porque la carretera terminaba allí. Yo me baje y cerré de un portazo, y de paso, sin querer, reventé un neumático.

-Estupendo. ¿Y qué más?- pregunté y después escudriñé el horizonte. No había mucho que ver. Desierto en todas direcciones y, aquí y allá, algún grupito de montañas peladas y estériles. El cañón era lo único interesante. El río en sí mismo no era gran cosa: tendría unos quince metros de anchura y unos cuantos rápidos, pero había abierto una garganta muy profunda en mitad del desierto. Los riscos se precipitaban vertiginosamente a nuestros pies. Sentía como si me fuera a morir en esos momentos, el único que sabía sobre mi miedo a las alturas era Percy porque es el único al que me atreví contárselo, y el no estaba aquí para salvarme.

-Hay un camino -señaló Grover para mi desgracia-. Podemos bajar; al río.- señaló y tuve que estirar el cuello para ver a qué se refería y descubrí por fin un saliente diminuto que bajaba serpenteando. Horrible.

-Eso es un camino de cabras -dije, intentando así ver si llegaba a convencer a los demás de no bajar.

-¿Y qué? -me preguntó él. La tenía jodida.

-Que los demás no somos cabras.- dijo para mi alivio Nico, me estaba salvando sin saberlo.

-Podemos hacerlo. Me parece a mí.- dijo Zoë, por eso la odio, vosotros no? Debería haberme puesto muy pálida ya que Nico se me quedo mirando fijamente, como si me estuviera leyendo la mente. Sabes a lo que me refiero?

-hmm, que tal si vamos rio arriba? Quizá encontremos algo, rio abajo no parece haber mucha cosa- pensó Nico en voz alta, Zoë y Grover se miraron y la pimera encogió los hombros para después asentir.

-vale, de acuerdo. Pero si no hay nada, habremos perdido bastante tiempo asique no hay vuelta atrás eh.- declaro Grover para después girarse hacia la subida del río.

Seguimos el curso del río durante un kilómetro y llegamos a una pendiente por la que era mucho más fácil bajar. En la orilla había un centro de alquiler de canoas, cerrado en aquella época del año. No obstante, dejé un puñado de dracmas de oro en el mostrador con una nota que ponía: «Te debo dos canoas, no me des las gracias.»