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Capítulo 51

—Hermano —se emocionó Eli.

El cuidadoso y sereno despertar del muchacho se vio echado a perder por él mismo, porque sus desorbitados y verdosos orbes le dieron una dificultosa ojeada a la habitación, abriéndose como platos cuando vio a sus adorados hermanos y a sus padres a su lado.

—Papá —dijo moviéndose un poco con la mirada puesta en Derek y buscando agarrar la mano de Stiles. Miró también a Peter y se alegró aún más cuando también se encontró con los ojos de Kevin—. Están todos —intentó moverse pero tanto sus padres como sus hermanos casi se le echaron encima para que no se moviera, pero solo fue Stiles quien lo retuvo con cuidado.

—Trata de no moverte, hijo —le pidió dulcemente y sonriéndole amable.

—¿No es un sueño? —se le quebró la voz—, ¿estoy vivo?

—Claro que estás vivo, campeón —Derek le agarró la otra mano antes de inclinarse y dejarle un beso en el pelo—. Lo has hecho bien.

—Eres todo un campeón, en efecto —coincidió Stiles, que le pasó la mano por el pelo con suavidad. Su hijo esbozó una sonrisa bonita pero débil.

—¿Cómo estás, hermano? —le preguntó Jonathan y le pegó en el brazo con el dedo, provocando que hiciera una mueca leve de dolor.

—He estado mejor —dijo divertido y por toda respuesta. Después miró a Peter y a Kevin, manteniendo los ojos en el último—. ¿Cómo está ese dedo?

—Tendrás que comprarme un anillo para tapar la cicatriz —bromeó el castaño mostrando su mano vendada.

Derek soltó un gruñido que espantó a Kevin, quien bajó la mano rápidamente y aguantando el dolor que se infligió.

La habitación se llenó de calmadas risitas de júbilo, con Derek muy serio y Peter rodando los ojos, hasta que el recién despierto se centró finalmente en su padre más joven.

—Por fin eres un hombre lobo, papá. No puedo creerlo —lo apremió—. Me empezaba a acostumbrar al Stiles humano pero es asombroso que seas uno de nosotros otra vez. Tu me entiendes —terminó aclarando aquello último en cuanto el otro hizo un gesto de confusión.

—¡Es un alfa, Jordi! —dijo Eli entusiasmado, cual jugoso chisme.

El de rizos abrió la boca entre asombrado y curioso, pues eso fue demasiado rápido. Pero le hacía ilusión saber que ahora sí estaba más cerca de recuperar sus recuerdos.

—Un alfa verdadero, ni más ni menos —repuso Peter con sorna—. Y esta vez no intentaré quedarme con esos poderes.

Stiles lo miró mal pero los adolescentes rieron, incluso Derek elevó la comisuras de sus labios, casi sonriendo.

Al cabo de las risas la puerta se abrió y se asomaba Melissa, al ver que el chico estaba despierto se mostró gratamente sorprendida e ingresó del todo.

—Al parecer simplemente necesitaba tenerlos cerca para comenzar a sanar, porque hombre lobo o no, con la morfina que tenía en su sistema debería seguir durmiendo por algunas horas. Pero lamento tener que decirles que ya son demasiados para una sola habitación.

Peter se levantó en el acto sin problema alguno y con ademán convencido.

—Entonces ya puedo retirarme —se volteó hacia Kev—. Cuida ese dedo, niño. Dolerá mucho cuando pase el efecto de la anestesia pero sanarás rápido si evitas usar esa mano por unos días. Quedará como nuevo —le guiñó un ojo mientras el adolescente se ruborizaba y bajaba la mirada.

—Gracias por todo, tío —concedió Jordan en voz baja.

—Sí. Muchas gracias, Peter —apremió Kevin.