La Alianza de La Noche

Capítulo XXVII

Monstruos.

Hubo un momento de ira, seguida de tristeza, y después una profunda indignación.

—¡Monstruos! —susurró Miurah—¿Y ellos qué son? ¡¿Angelitos?!

—Con escopetas. Angelitos con escopetas. —comentó Galen.

—¿Puedo coger el coche? Voy a atropellarlos. —dijo Miurah.

—¡No! Quédate quieta. —dijo Darian entre dientes.

Miurah frunció el ceño.

—Protegen una base, creo que militar. —dijo Amaan.

—Sí, ya nos hemos cruzado con varias antes de que llegaseis vosotros. Vienen cuando no hay nadie a kilómetros y hacen que emerja del suelo. Luego se esconde y es inaccesible. —dijo Galen.

—Algunas son laboratorios y otras centros de armas. Pero todas están diseñadas para retenernos a nosotros, los seres de Ardanvell.

—¿Con qué fines? —inquirió Amaan.

—No lo sabemos. Especies determinadas tienen cosas que ellos no. Secuestran a esas especies y les sacan lo que quieran del cuerpo, y luego las liberan moribundas asegurándose de que mueran.

—A veces es por mera información. —dijo Darian—Códigos genéticos y esas cosas que luego utilizan en sus máquinas. Por ejemplo, los Cromamutantes.

—¿Por qué querrían a los Cromamutantes? Tienen el cerebro del tamaño de una uva. —dijo Amaan.

—Porque dentro de sus células está la sustancia que les permite camuflarse y cambiar de color.

—En este caso saben que nos hemos cargado todos sus planes. Y Ardanvell no es precisamente un lugar que siempre fue nuestro. —dijo Miurah.

—¿Qué? —dijo Amaan.

—¿No te lo han dicho antes? ¡Es historia básica! —Miurah hizo una pausa—¿Sabes dónde vivimos, no? En qué planeta.

—Sí.Hasta ahí llego. —Amaan centró su mirada en los soldados y el comandante.

—Los humanos no nos atacan por nada en especial excepto porque quieren sus tierras de vuelta. —Miurah hizo una pausa de nuevo—Ardanvell está sobre territorios humanos. Antes se llamaba ''Escocia''.

—¿Escocia?

—Les pertenecía a ellos. —dijo Darian—Después llegamos nosotros. Los primeros fueron humanos, nuestros dioses.

—Dos de ellos son humanos. Aeloria (quinto dios) y Astraia (sexta diosa).

—Sí, ellos lo empezaron todo. Luego vinieron los demás dioses. Zephyrion, Aurinor, Sylphira, Alcor y Winhdra. —dijo Galen.

—¿Teníais mucho tiempo libre para estudiar en Vierdendort, verdad?

Miurah le dio un codazo.

Amaan seguía con la mirada fija en el grupo, que obedecían y reían.No parecían humanos. No como los que sólo mataban y perseguían.

Llevaban armas de fuego pero todos iban inseguros y despacio, tendrían una edad como la suya, y a juzgar por sus expresiones, era una de las primeras veces que estaban en campo abierto, recibiendo instrucciones constantemente.

—Les lavan la mente. —dijo Miurah—Les convencen de que somos amenazas y les programan para matarnos. Aunque siempre hay humanos que se niegan. Nosotros los llamamos los Desafiantes.

—¿Son los buenos?

—Dentro de lo que cabe, sí. No todos son malos, ni de lejos. Solo que muy pocos quieren aceptarlo.