6. La venda se cae.

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—No me gusta ese amigo tuyo, por favor, deja de verlo... Corta con él.

—Kacchan... Es muy importante para mí.

—No estás entendiendo, Izuku. Te estoy diciendo que alguien en tu círculo me hace sentir incómodo e inseguro, no vas a priorizar a un amigo antes que a mí, la persona con la que tienes planes de un futuro estable... Si es que estoy dentro de esos planes, claro.

Asiente dubitativo entendiendo el punto del bicolor y se decide a cortar su amistad con Katsuki.

Le duele, porque a pesar de años sin verse, parecían tener la misma química de siempre, no habían cambiado para nada.

Ese mismo día, antes de salir del trabajo, tiene una gran discusión con Bakugō, que obviamente se enojó y lo mandó a la mismísima mierda luego de que le dijera sus motivos por los cuales ya no deberían tener cercanía.

A partir de entonces, las cosas en el trabajo se pusieron difíciles.

Come solo, nadie se atreve a acercarse de más por ser el hijo del jefe, Katsuki le habla únicamente por trabajo, ya no hay motes cariñosos entre ellos, no sabe pedir ayuda cuando la necesita y empieza a meterse en problemas. Pero los problemas laborales no son lo único malo que ocurre.

Pues sería mentira decir que Shōto nunca más le puso la mano encima.

En los siguientes meses, la "relación" se volvió un tanto más agresiva, volvieron los empujones y las bofetadas, pero las disculpas ya no.

Únicamente Shōto se mostraba arrepentido cuando involucraba golpes más graves u objetos, como cinturones, zapatos o lo que sea que encontrase.

Pero Izuku lo dejaba pasar porque después de esos arrebatos, su no-novio se mostraba como el ser más amoroso y dulce que podría existir. Tanto con él como con su pequeño Koi.

Sin embargo hubo un punto en el que ya no estaba contento, ama a Shōto, sí, mas no las actitudes indiferentes que empieza a tomar. Le deja todas las responsabilidades a él, ya no iban a citas tan frecuentemente, ya no había regalos, ya no había mimos.

El cariño se presenta únicamente en la cama o en ocasiones especiales, se comienza a cansar.

Sobretodo de ver a Shōto con chicas las cuales su padre escogía para un posible compromiso. Y aunque al principio no duraban más de unas cuantas citas, le enfermaba ver que con una en particular, sí parecía tener más tiempo.

Eran dos meses los que "sale" con Kemy, la secretaria de la empresa, joven, de buena familia y muy carismática, detesta verlos a lo lejos tomados de la mano, o a ella dándole besos que él debía corresponder por compromiso.

Se reconforta a sí mismo diciendo que solo es así ante la vista de todos, tiene entendido que una vez estando solos la evitaba de forma más evidente para que supiera que estaba con ella únicamente por compromiso.

O eso es lo que cree.

—Saliendo del trabajo iré a cenar con mis padres así que tardaré en llegar... No olvides alimentar a Koi, por favor.

—Está bien amor, diviértete— Lo despide Shōto dándole un beso —¿Vendrás a dormir o te quedarás allá?

—Me quedaré con mamá, la extraño mucho.

Casi AlgoWhere stories live. Discover now