Nota de tu autorx antes de iniciar: Cuando escribí este concepto, desde un principio y en las etiquetas se coloquó 'Mpreg'. No es un Omegaverse y tampoco es un Doncel, en el mismo fic se va aclarando la condición de Xie Lian. Si no te gusta el Mpreg o este tipo de cosas, por favor abstente de leer o comentar cosas innecesarias. Gracias.
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"Hermafroditas", dijo la reportera de televisión, que más que reportera, era solo una comentarista de chismes y espectáculos. "Así se les llama, hermafroditas."
"¿Cómo es que no se habían descubierto antes?"
"Pues quién sabe, esto es todo un misterio, pero ¿no te parecen extraños?"
"¡Ay sí, qué miedo!"
"Apaga eso, Lían", su madre le dijo a su hijo, que no tenía más de 10 años y siempre veía la televisión al llegar a casa.
Sí, la “Tercera especie”, así los denominaban las personas a este tercer género. Claro que ahora existían más de dos géneros, pero este, que era algo completamente y biológicamente extraño para todos, era el que más alimentaba el morbo de las personas.
Después de que en su libro “Vida y Gestación en un tercer género” de la Dra. Wen Qing, relatando todo el proceso de gestación de el embarazo de una persona de tercer género, cuyo nombre era anónimo, se dio a conocer a todo el mundo a cerca de esto.
Fue un shock para todos; sin embargo, poco a poco empezaron a salir más personas así. Quizás en la población mundial, podría ser el 1% de las personas con ese tercer género.
Xie Lian estaba fascinado con todo eso, ya que él había nacido así, por lo cual, su madre al saber de este libro lo compró de inmediato. Estaba decidida a aprender lo más que pudiera para siempre mantener cómodo y bien a su hijo.
También, al ser de una familia poderosa en su país, por supuesto que había llevado a su hijo con la doctora Qing. Afortunadamente, la doctora había sacado aquel libro cuando Xie Lian había cumplido los dos años, así que llevaba ventaja con todo lo que tenía que saber de su hijo.
“Mami, ¿crees que soy raro?”
Una vez Xie cumplió los doce años, le pidió a su madre aquel libro. Quería aprender sobre sí mismo. La diferencia entre aquella persona en el libro es que Xie sí tenía ambas partes, tanto masculinas como femeninas, bien desarrolladas, y claro… era un fastidio. Y qué decir de la “charla” acerca de los tampones. ¿Cómo explicarle eso a tu hijo?
“No, cariño. Nunca serás raro. Eres especial.”
Lo que Xia Le no esperaba es que, al ser una de las familias más poderosas de su país, por supuesto que iban a tener enemigos. El dinero y la corrupción siempre doblegaban a las personas, y se decía entre los barrios bajos y los mercados negros, que la gente estaba cazando a los “tercer género”, debido a que podían vender sus cuerpos por una cantidad exorbitante de dinero.
La primera vez que Xie Lian había temido por su vida, había sido a los 13. Él estaba jugando en el parque de su residencia privada. No tenía muchos amigos, más que dos de los niños que también vivían allí; eran hijos de las sirvientas, pero los trataba como iguales y los consideraba sus mejores amigos. Sin embargo, ese día se encontraba esperando a que llegaran.
Balanceándose en el columpio y jugando con sus pies en el aire al subir, el pequeño de cabellos castaños vio a lo lejos, entre algunas bolsas de basura que recogerían al día siguiente los recolectores, una sombra moverse. Detuvo su columpio y se bajó de él, caminó con cautela y a paso lento hasta acercarse y vio una pequeña figura. Era un niño pequeño, quizás uno o dos años más pequeño que él, y este hurgaba en la basura.
— Oye niño, no deberías hacer eso…
El niño volteó asustado, tenía un parche en el ojo y los cabellos negros alborotados. Tenía la ropa sucia y la cara también.
— Oh... No vives aquí, ¿verdad? —Lian se acercó, pero el otro niño retrocedió. “No te haré daño... ¡Ya sé! ¡Ven!” Le ofreció la mano y esperó hasta tener un poco de confianza del niño para llevarlo con él.
A esas horas, sus padres no estaban en casa y era fácil escabullirse de las mucamas. Lo llevó hasta el baño y abrió el agua para poder llenar la tina.
— Espera aquí, ¿sí? Ya vuelvo.
El niño se quedó parado, sin saber qué hacer, así que se sentó en el piso marmolado a esperar. Quizás no hablaba, pero entendía perfectamente.
— Listo,— Lian volvió con una muda de ropa. Afortunadamente, sus padres a veces guardaban ropa que ya no le quedaba para donarla a la caridad. — Mira, ven, te daré un baño y después te daré algo calientito para tu pancita.
Xie Lian le ayudó a quitarse la ropa y a entrar a la bañera.
Le ayudó a lavar su cabello, a enjuagarlo, también le ayudó a vestirse, a secarse y peinarse.
Una vez que el pequeño quedó irreconocible, Lian sonrió satisfecho y lo llevó a la cocina, donde se encontró a su chef privado.
— Buenas tardes, Señor Wang, ¿podría prepararnos algo para merendar?
— Claro, joven maestro.
Los niños se sentaron en la mesa del comedor a esperar mientras. Para el azabache, todo era nuevo. Jamás había estado en una casa tan grande, no… jamás había estado en una casa, y esta era generosamente gigante y estrafalaria.
— Me llamo Xie Lian, tengo diez años... creo que no hablas mucho, pero está bien. ¿Te escapaste de tu casa?.
El pequeño empezó a jugar con sus dedos y tímidamente asintió.
— Oh... ¿Tus papás eran malos contigo?
El pequeño volvió a asentir.
— Vaya... ¿tienes dónde quedarte hoy?
El otro niño de nuevo contestó, negando con la cabeza.
— Vale, le pediré a mis papás para que te quedes a dormir hoy, ¿sí? Seguro si te escapaste, tus padres querrán que regreses, seguro cambiaránsu actitud al saber que te fuiste.
Los ojitos del pequeño se iluminaron. Quizás el otro niño tenía razón, quizás... Quizás así su madre dejaría de golpearlo y quizás su padre volvería a casa.
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Reencuentro II
FanfictionEn un mundo donde son perseguidos las personas de "tercer género" Xie Lian tiene que escapar de sus captores. / Para entender un poco de la trama de esta historia, te recomiendo leer el primer "tomo"de Reencuentro Wangxian, puedes encontrarlo en mi...