18.-Acepto*

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Él también me mira y la confusión cruza su rostro por unos segundos.

— Es imposible que sea él, él está muerto.— Murmuro.

Sus ojos conectan los míos y un dolor de cabeza me invade al segundo.

Es insoportable.

Cierro los ojos intentando alejar ese intenso dolor y los recuerdos vienen a mi mente.

— ¡Maldita sea William! ¡Tengo un hijo!

— Te amo...— Murmuro con la intención de no ser escuchada.

— Y yo a ti.— Responde el levantando mi mentón para después secarme las lágrimas.— Juro que si no supiera que estarás mejor con el tipito ese, lucharía por ti.— Me dice viendo a mis y ojos...— Pero...

— Alessia.— Dice en cuanto me ve parada ahí.— No es lo que parece.

— Hicieron lo que pudieron

— No me digas que...

— Tu padre murió.

El dolor no se va, grito algo ininteligible intentando disipar este jodido sufrimiento.

Abro los ojos esperando encontrarme con los de Aleksys a varios metros, pero no hay nadie en esa puerta y en su lugar veo a varios enfermeros corriendo hacia mí con una camilla, me suben en ella y después me llevan a mi habitación.

Me retuerzo en la cama pues el dolor no sede, al contrario, cada vez es más fuerte y los recuerdos entran con más esfuerzo en mi memoria.

Una enfermera pone un nuevo líquido por la intravenosa y segundos después veo como Stephanie llega corriendo a mi lado.

— Lo recuerdo todo... — Murmuro dejándome llevar por el poder del tranquilizante.

01 de junio de 2011

Sin cómo ni cuándo, estoy de vuelta en mi departamento, Stephanie se quedara conmigo por unos días, Lie ha dejado sus clases de violín por este mes, William ayer volvió a Seattle, pero al parecer le gusto la ciudad y está pensando en volver, pero para quedarse, Steven no ha vuelto a buscarme porque al recordar todo recordé la discusión y el motivo de ella, no dejare que invente excusas pero sé que en cualquier momento debo dejarlo explicar, aunque eso no será hoy, ni mañana, quizá en unos días, o semanas, yo que sé, pero se supone que la boda es en dos semanas.

Respecto a Aleksys, le conté a Will que lo vi, el jura que fue mi imaginación pues hacía varios días que estaba tres metros bajo tierra. No le creo. ¡Era el! ¡Estoy segura! Como el accidente fue más de una semana antes de que despertara para entonces ya se habían llevado los cuerpos a Seattle y no me quieren dejar viajar para visitar su tumba.

Me di por vencida después de 36 horas de ruegos, Julie no me habla del todo, sé que tiene algo y no me lo quiere decir, está a punto de cumplir ocho años y se está haciendo rebelde, ¡Como si fuera adolescente! Pero se lo dejo pasar, debo admitir que no la he estado cuidando del todo bien.

Escucho como tocan la puerta y tras varios minutos nadie la abre, me da demasiada flojera, pero creo que todas están dormías así que me levanto y camino hasta la puerta, al cruzar la sala veo a mi amiga y mi hermana dormidas en un colchón frente a la tv, con Collin y Aleksys entre ellas. Realmente tiernas.

El insistente toquido me saca de mis pensamientos así que vuelvo a caminar, sin ver por la mirilla abro la puerta y al ver a Steven deseo cerrarle la puerta en las narices, pero el parece leerme la mente y me impide cerrar la puerta con el pie.

Mi hermosa estupidez. #1Where stories live. Discover now