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Luego de haber trabajado todo el día, HyunJin finalmente llegó a su hogar.
Tomó una ducha de agua casi hirviendo, ya que quería relajar sus músculos un poco.

Al haber acabado, se dirigió a su cuarto donde se paseó con una bata color vino hasta dar con su cama, dónde se recostó sin pensarlo dos veces.

Suspiró aliviado al recordar que Felix estuvo durmiendo horas atrás justo en ese lugar.

Pero bueno, él ya no estaba allí.

Sintió que algo le incomodaba en el cuello por lo que con su mano buscó lo que sea que era aquello.

Se sorprendió al ver que era una notita amarilla.

Y en ella leyó:

"Hola HyunJin, perdona lo ocurrido, por favor. Estoy agradecido de que me hayas ayudado... Bueno, en más de una forma y ocasión.
Intentaré no causarte más problemas en el futuro, lo juro...
Nuevamente, lo siento mucho.

Att: Lee Felix."

Otro suspiro salió de sus labios de Hwang, recordando a aquél rubio.

—Que lindo...

Dijo para sí mismo.
La verdad era que, ese chico siempre se estaba disculpando por todo en el trabajo ¡Inclusive cuando no era necesario!

Pero cada que lo hacía se veía tierno.
Sus mejillas siempre se teñían de rojo al igual que sus orejas y no podía no resaltar el puchero que infaltablemente hacía con su labio.

Simplemente le parecía encantador aquella forma de ser.

Se mantuvo recordando más cuando de pronto, recordó aquella imagen que tuvo de Lee en el lavamanos.

Al instante, el rostro se le coloreó y se vió obligado a morder su labio, invadido por varias memorias.

Tragó saliva y decidió sacudir su cabeza, como si eso fuera a dispersar todos esos pensamientos.

Pero al dejar la nota sobre la mesita de luz, se fijó en la fotografía que tenía enmarcada hace ya años.

En ella se los podía apreciar a MinHo y él, con sus trajes de graduación y diplomas en mano.

Otro recuerdo se le vino a la mente, aunque éste era menos emocionante.

"Él ha vuelto"

Las palabras de MinHo resonaron en su cabeza, haciendo que un escalosfrío le recorriera toda la espalda.

Cuando menos se dió cuenta, sus manos y labios inferior estaban temblando.

Su cuerpo se sentía helado y una horrible sensación se instaló en su estómago.

—¿Por qué ahora? ¿Por qué de nuevo?
–susurró el castaño, haciéndose bolita en su cama.

Aquella noche le costó dormir.

Lo mejor sería no reportarse a trabajar al día siguiente.

Lo mejor sería no reportarse a trabajar al día siguiente

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SEÑAS [hyunlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora