SEÑAS [hyunlix]

19

-Uhm~ ¡Es realmente delicioso, hyung!
-halagó Jisung comiendo otra cucharada de pastel.

HyunJin sonrió casi cerrando sus ojitos -muy característico de él- y le acarició los cabellos como solía hacer cada vez que quería demostrar cariño.

-Me alegra verte mejor, Felix.
-dijo Jisung a su amigo sentado al lado en el sofá.
-Aunque pudiste ir a mi casa, lo sabes.

-Sí, lo sé... Pero todo pasó tan rápido que apenas y me dí cuenta de que me encontraba trayendo hasta aquí mis cosas con MinHo.

El mencionado y HyunJin se acercaron con más pastel de limón y una tetera.

Todos se encontraban comiendo en el departamento de HyunJin.

Bueno, de HyunJin y Felix.

-Oh, iré por un poco más de azúcar.
-dijo Felix pero antes de que pudiera siquiera irse, HyunJin lo detuvo.

-Yo me encargo.
-aclaró e hizo que el menor vuelva a su asiento.

-Ahí va de nuevo...
-suspiró el rubio.

-¿Qué sucede?
-preguntó MinHo sin saber de que se había perdido.

-Desde hoy en la mañana se encuentra así. No me deja hacer nada por mí mismo.

MinHo rió, Felix se veía realmente agotado por tratar con ese lado de HyunJin.

Aunque a él también le entró algo de curiosidad por su comportamiento tan inusual.

-No creo que sea tan grave.
-dijo MinHo intentando creer que realmente era así.

-¿Ah no? Miren ésto.

El rubio se levantó y se dirigió hasta uno de los otros sillones pero cuando estuvo a unos pasos, HyunJin se le acercó.

-Oh, solo quería llevarme esos cojines.
-avisó el menor señalando los mismos.

HyunJin asintió y los cargó, indicándole a Felix que él se haría cargo de llevárselos.

Lee se sentó y los almohadones -que en realidad no pensaba utilizar- le fueron entregados al igual que el azúcar.

MinHo parpadeó un par de veces como también Jisung.

Que buen servicio.

HyunJin se encontraba lavando los platos -ya que Felix se había ofrecido y no lo dejó- y mientras el alto hacía ésto, MinHo se le acercó para hablarle.

-Que servicial andas, HyunJin.
-se burló el pelinegro mayor.

-No sé de qué me hablas.
-intentó disimular Hwang en respuesta.

-Sé perfectamente el porque lo haces.
-habló ahora más serio su amigo.
-Pero no dejes que se acostumbre a que le sirvas.

-Solo lo hago porque quiero, por puro gusto. Porque yo...
-contraatacó Hwang pero conforme iba hablando, se arrepintió.