a cute delta! ㅡ jimsu ; vyn.

OO7

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   El sol ya casi se estaba ocultando y las calles se volvían cada vez más oscuras con el pasar del tiempo. El Omega caminaba en dirección a su hogar con una pequeña (gran) sonrisa boba en el rostro, recordando el día de hoy con mucho entusiasmo mientras una alegre canción se reproducía en sus auriculares inalámbricos.

   Hoy tuvo la oportunidad de conocer al morocho con ojos color miel que no dejaba de ir y venir por sus pensamientos. En un principio era alguien bastante tímido, pero con una sorprendente personalidad agradable y muy hablador cuando no está alerta. "¡¿Quizás este será mi gran amor?!" Decía con dramatismo en su mente, pensando en lo bien que lo pasó y lo bien que congeniaron a los pocos minutos de la charla, pero al instante se negó. "No, Park Jimin, no hay que ilusionarse." Dijo, algo dudoso. "Ninguno se queda al final. Son todos iguales luego de descubrir uno de tus defectos." Mordió su labio ligeramente.

    La mueca de desagrado al pensar en todas sus exs parejas, e intentos de pareja, se marcaba en su cara haciendo parecer que chupó un limón.

   El azabache se podría considerar fácil de leer a partir de su rostro.

   Realizó una expresión de tristeza y pena a los segundos, acompañando sus pensamientos. "Pero, hah~ no puedo negarme a esos ojos mielosos y esa risa tímida~ y ni hablar de ese olor a menta que me trae de rodillas~" Un puchero se adueñó de sus labios al imaginar que perdería todo eso ya que, según su experiencia, sería abandonado apenas muestre un mínimo error... Más bien, "ese" error. Aunque...

    Detuvo su andar inmediatamente. "¿Qué? ¿Olor a menta..?" Expresó su repentina confusión frunciendo el ceño. De pronto la velocidad de su caminar aumentó inconscientemente mientras, nervioso, trataba de entender el por qué.

   Porque "eso" es imposible.

— ¿Park, a dónde vas?

   Pronto salió de su burbuja al escuchar la voz de su hermana, quien yacía recostada en el marco de la puerta principal. Volteó rápidamente la cabeza y notó cómo casi se pasa de su casa, estando a mitad de la del vecino.

— Noona... Ah, estaba pensando algo —soltó una risa nerviosa y entró a la casa siguiendo a la mayor.

   Ya dentro, cerró con llave trás de sí. Un suspiro escapó de sus labios cuando se dirigía a la cocina, bebió un vaso de igual para después caminar hacia su habitación. Dejó su mochila colgada en una silla y guardó su abrigo en el armario, la pelirroja, quién lo había seguido, para entonces ya se encontraba recostada a gusto en la cama ajena.

— ¿Cómo te fue? ¿A dónde fuiste tan arreglado? —dijo con una tono coqueto— Desbordas vainilla, JiMin~

— ¡Ah, ¿de verdad?! Dios que pena —se sonrojó ligeramente al pensar todo el aroma que tuvo que aguantar su "cita"— Me fue bien y fui a... pasear con un amigo —contó con timidez.

   El azabache se sentó en el borde del colchón y cerró los ojos mientras mantenía la espalda recta, realizando un ejercicio de respiración profunda para poder calmar la liberación de sus feromonas.
   En los últimos días, esta había estado descontrolada porque, probablemente, su celo se encontraba a muy poco tiempo de llegar. En una situación normal, el celo de los Omegas se presenta cada tres meses, pero en el caso de JiMin es irregular y la única forma de predecirlo es que su hermana (o alguien más de confianza) le alertara por el aroma. Cada aroma tenía un significado diferente, el de vainilla no anunciaba el posible celo del Omega, pero su descontrol de feromonas podría ser una señal.

   Jimin frunció el ceño con disgusto, no le gustaba depender de los demás pero no tenía otra opción.
   La pelirroja se mantuvo en silecio para que su hermano se concentrara y habló una vez que este terminó.

— ¿Un amigo? Qué raro cómo te ponen los amigos hoy en día... —se tapó la boca al soltar una pequeña risa.

— Ya, SooMin Noona... fui a una salida con un Alfa... —un sonrojó tomó color en sus mejillas. La nombrada formó una "o" con sus labios del asombro, a lo que le hizo una seña para que continuara— Lo conocí en el café, se me hizo lindo y hoy nos juntamos. Es un chico agradable y se caería bien con la tía.

   SooMin rió ante sus últimas palabras. — Qué bueno que lo hayas pasado bien. ¿Es un chico que conozca? —preguntó debido a que ambos trabajaban en el mismo local, solo que la Beta no tan seguido.

— Puede ser... Es un chico de pelo marrón oscuro, ojos color miel y siempre pide donas. Tartamudea y es blanco ¡Pero blanco!

Jimin pudo ver cómo los ojos de su hermana se entrecerraban cada vez más hasta que en un instante se abrieron de golpe mientras dejaba salir un largo "¡Ah!".

— ¡Sí! Creo que es YoonGi, el hermano de BeomGyu —el contrario levantó una ceja al no reconocer el último nombre— Es el niño que siempre intentaba "ligar" o "impresionarme", ¿recuedas? —soltó una risilla pero pudo recordarlo.

— ¡¿Son hermanos?! Vaya sospresa. Aunque son un tanto parecidos...

— ¿Verdad que sí? —sonrió pero pronto mordió su labio inferior al mismo tiempo que ponía una cara de preocupación, dudando si contarle o no a su hermano.

Jimin pudo notar su duda al instante, ambos eran bastante fáciles de leer, por algo eran hermanos. — ¿Qué sucede, Noona?

— ¿Y si... es algo sobre tu enamorado? —Jimin se sonrojó a la vez que fruncía el ceño de la vergüenza.

— Enamorado tu abuelo —desvió la mirada— ¿Es algo... malo?

SooMin dudó en responder. — Podría decirse que sí como decirse que no..

— Cuéntame antes de que me arrepienta, Noona.

— Yoongi, bueno, no es... un Alfa que digamos "cien porciento Alfa". —movió ambas manos tratando de ayudar a entender su frase incompleta, pero no parecía funcionar.

El menor la miró confundido, no comprendía cómo el morocho no podía serlo ya que él contaba con las características físicas específicas de un Alfa, especialmente porque sus colmillos eran más notorios y afilados que el promedio.

— No te estoy entiendo.

— ¡Que YoonGi...! —nuevamente hizo un gesto raro con sus manos, esta vez algo más expresivo— ¡Es un Delta!

— ¿Eh?

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   YoonGi permanecía en su cama con su mirada hundida en el techo, abrazado a una almohada, pensando y pensando en la cita de ese día. Se sentía triste por tener esperanza en su relación con el Omega, él comprende que su situación es compleja y no entiende cómo, un chico como él, podría fijarse en un Delta.

    Algo le parecía... raro.

© 🍃 a cute delta.

tardé un poco 😅