Say Don't Go㆐JIHAN

"I've said remember this moment"

Era un día de práctica como cualquier otro y en esa sala donde las paredes eran espejos, el grupo de idols practicaba desde tempranas horas, con el objetivo de que todo fuera perfecto para su gira.

Seungkwan seguía quejándose del calor con Minghao, quien compartía su té helado con él. El aire acondicionado estaba encendido pero el calor era infernal en esa época del año, y Joshua luchaba con ello al igual que los demás, solo que en su caso sería más complicado al usar un suéter de cuello alto. La razón simple, Jeonghan y él habían acordado ocultar el hecho de que se habían emparejado oficialmente a pesar de que el resto del grupo sabía de su relación. En un rincón de la habitación los tres líderes estaban practicando la nueva canción de su unidad, el alfa con aroma a cereza se veía mejor, y justo por eso tanto el alfa de rostro angelical como el omega de ojos felinos coincidieron en esa decisión.

Jisoo volvió a luchar contra el calor, estaba seguro de que la marca en su cuello debía estar irritada por el roce de la tela gruesa y el sudor. Disculpándose, salió en dirección al baño donde, una vez dentro, se quitó el suéter, quedando vestido con una cómoda camisa de algodón. Se lavó las manos antes de llevárselas al cuello, refrescando su marca, en cuanto llegase a su departamento le aplicaría una compresa de agua fría.

El omega de felinos ojos similares a los de bambi  revisó su apariencia un par de veces antes de volver a colocarse el suéter siendo detenido por Seungcheol, quien acaba de entrar al hermético espacio.

¿Había visto su marca? La pregunta pronto atormentó la mente de Jisoo, quien no tenía idea de qué decir.

──No tienes que ocultar tu marca.── Con cuidado el alfa, dijo sorprendiendo al omega de olor a malvaviscos quien solo pudo recortarse contra el lavabo intentando no perder el equilibrio.

──Seungcheol...

El mayor sacudió su cabeza suavemente, dando un par de pasos hacia el menor y tomando una de sus manos.

──Joshua, no tienes que disculparte por nada, Jeonghan y tú nos amamos y me obsesioné con la idea de complacer a los fans y darles el final que querían ver, sin respetar tu relación. Fui terrible no sólo con ustedes sino conmigo también, distorsionando conceptos al creer que estaba enamorado de Jeonghan, cuando solo lo veía como un lugar seguro, tratando de odiarte por ser a quien Jeonghan eligió por encima de todo, cuando en realidad yo quería que seamos amigos de antes de que comenzara esta historia tan mal contada.

El de cabello oscuro comenzó a hablar con voz temblorosa, fortaleciendo su agarre en las manos del otro.

──Ahora miro mis lágrimas y me doy cuenta de que lo que vi como un hogar no lo era. Perdí a mis mejores amigos, me perdí a mí mismo. Joshua, yo...

El líder de Seventeen respiró hondo tratando de calmarse mientras quería evitar que las lágrimas gotearan por sus mejillas.

──Lo siento, lo siento en serio.

Una de las manos de Joshua que sostenía se alejó, descansando en su mejilla, limpiando las lágrimas rebeldes del líder, con tanta delicadeza antes de abrazar al mayor, el omega también comenzó a llorar.

──Lo siento también, cuando estabas saliendo con Jeonghan no dudé en seducirlo, me enojé con todos y me vengué disfrutando de lo que tanto me prohibían, pero no pude evitar sentirme culpable después de eso. Di las cosas por sentado y no me esforcé por entenderte.

Jisoo expresó enfatizando cada palabra.

──Cheol, tenías demasiada presión sobre tus hombros, no hubiera llegado a donde estoy sin cada uno de los chicos, sin ti. No me molesté en saber la razón por la que hiciste lo que hiciste. Tú eres el mejor de los líderes y quiero que se acabe esta tontería, no quiero actuar como si fuéramos extraños.

Las palabras de Joshua provocaron que ambos se unieran en un abrazo, riéndose mientras se separaban al ver sus pómulos bañados en lágrimas de niños y adultos.

Lo intentaban, y la vida era así, ambos dejaron su sangre, sudor y lágrimas en ese suelo lleno de serpentinas y brillantina.

El omega extendió su mano al alfa con aroma a cereza y este la tomó antes de salir de ese baño, despidiéndose del dolor, deseando una larga vida para el reino que construirían juntos con un poco de magia, un poco de coraje para enfrentar a los dragones y los recuerdos que estaban dispuestos a crear.