No Lie In His Fire

Capítulo 35

Niall no se había cansado de repetirle mil veces que siempre había tenido razón y que era un idiota por no haberle hecho caso. Cada minuto que tuvieron libre, lo había utilizado para cuestionarlo sobre los detalles y recovecos que no le había contado por teléfono mientras estuvo en Londres. Mientras estaba en el departamento de Zayn y Liam, había tenido tenido que hablar con susurros para que no lo escucharan, así que Niall había pasado el fin de semana ansioso por saber cada detalle. Decidió omitir que se podían sentir a través del vínculo. No estaba listo para compartirlo aun, no creía siquiera que lo hubiera terminado de entender él mismo.

Louis había sugerido dejar el auto de Niall en su casa para no ir separados. "Lo que quiere es tenerte cerquita, yo le doy igual" se había burlado Niall y, secretamente, él creía lo mismo. Cuando llegaron al estacionamiento del colegio, lo encontró acostado en el pasto, con un cigarro en la mano. Tenía los ojos cerrados y se veía completamente en paz. Antes de que estuvieran lo suficientemente cerca para que escuchara sus pasos, abrió los ojos y se sentó, como si hubieran llamado su nombre. En seguida, sus miradas se cruzaron y le sonrió, levantando una mano como saludo.

- Harry, por Dios, ve preparando el cuello.

- ¡Niall! Shhh... - Susurró, pegándole un codazo en las costillas. - Por favor, no digas estas cosas frente a él.

- Claro que no las voy a decir, idiota. - Se defendió el omega. - Pero no me puedes negar que te está viendo como si quisiera saltarte encima.

- No es así.

- Sí es así, lo sabes. Además, qué guapo se ve...

- Ya, shhhhh...

Se puso de pie y caminó los pasos que lo separaban. Con una sonrisa encantadora, se acercó primero a Niall, saludándolo con un abrazo. El omega lo miró sorprendido sobre el hombro de Louis, exagerando una expresión de placer mientras le apretaba la espalda. Tuvo que esforzarse mucho por no reírse en ese momento.

- Hola, Niall. Tanto tiempo.

- Demasiado, si me preguntas. - Se quejó, conteniendo una sonrisa. - Pero nos veremos más, ¿no?

- Nos veremos más.

Los tres se habían decidido por las hamburguesas de colores. Louis lo veía con ternura, mientras tarareaba y bailaba un poco al saborear la primera mordida. Antes, probablemente se habría sentido cohibido de actuar así, pero la forma en la que se sentía unido a su alfa en este momento, le hacía sentir completamente relajado a su lado.

- Es adorable, ¿verdad? - Comentó Niall, mientras se chupaba los dedos.

- Lo es. - Respondió Louis risueño, inclinándose un poco hacia él. - No conocía tu bailecito de comida.

- Bueno, lo harías si hubieras estado cerca los últimos años.

El tono de Niall, su expresión juguetona, la ligereza con la que lo había dicho, indicaban que era una broma. Un poco pasivo agresiva, si a caso, pero sin intención de lastimar. Sin embargo, pudo sentir en el pecho el momento en el que su alfa pasó de estar contento, a sentirse triste y culpable. Sus ojos inmediatamente buscaron los suyos, con la boca entreabierta, como a punto de ofrecer una disculpa. Y eso hizo que todo le diera vueltas.

- Niall... - Susurró, furioso. - ¡Cállate!

De pronto, le hervía la sangre y le estaba costando controlar el impulso de defender a su alfa. Intentaba mantener la boca cerrada, con los puños apretados sobre la mesa. Sentía el cuerpo caliente y la mandíbula tensa. Su amigo lo veía confundido, claramente no entendiendo su comportamiento. Escuchó a Louis suspirar pesadamente junto a él y sintió la punta de sus dedos acariciar uno de sus brazos. Lo hizo con cuidado, como si estuviera midiendo la posibilidad de una reacción más grave, una segunda explosión. "Discúlpanos un momento", murmuró, atrayéndolo por la cintura y ayudándolo a deslizarse hasta que estuvieron de pie. Sin soltarlo, lo guió al baño, cerrando la puerta tras él. Aun tenía la respiración acelerada y los músculos tensos, era como si estuviera en una especie de bruma.