Capítulo 41

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- Ethan es el hijo de unos amigos de mi familia. Bueno, eran amigos, ya no más. - Comenzó Zayn viendo al techo, acostado entre Niall y él en la alfombra de su habitación. - Es mayor que yo por 7 años, nos conocíamos desde siempre, convivíamos todo el tiempo y, cuando mis papás y los suyos iban a reuniones o salían, se quedaba al cuidado de mi hermana y de mí. Yo lo admiraba, era como un hermano mayor, no lo sé... - El omega suspiró dolorosamente y Harry tomó su mano. - Tenía 8 años la primera vez que me tocó. La verdad, no entendía qué pasaba, ni por qué mi cuerpo reaccionaba así. Me dijo que era un secreto y... confiaba en él, no dije nada. Las cosas fueron escalando y, un mes después, abusó de mí por primera vez. Lo siguió haciendo cada que venía de visita a mi casa o nosotros íbamos a la suya, cada que se quedaba a cargo de nosotros, cada que quiso, básicamente.

El pecho de Harry se contrajo escuchando la voz triste de Zayn recordando lo que había sucedido. Tenía ganas de abrazarlo y consolarlo, pero sintió que no era el momento, que Zayn tenía más que decir y se conformó con seguir apretando su mano. Cuando el omega les dijo a él y a Niall que subieran un momento para hablar "entre omegas", jamás espero escuchar algo así.

- Al principio, de verdad, estaba muy confundido. A veces algunas cosas eran placenteras y él me convenció de que era nuestro secreto. Pero después de la primera vez que abusó de mí, le pedí que no lo hiciéramos más. Empezó a ser violento conmigo, a amenazarme con lastimar a mi hermana, con decirle a todos que yo era gay, con decirles que había sido mi culpa, que yo lo había obligado. - Soltó una risa amarga, mientras su aroma se hacía cada vez más pesado. - Me manipuló, estaba aterrado, tenía pesadillas, dejé de comer y me alejé de mis amigos. Louis fue el único que, a pesar de mi mal humor y mis largos silencios, se quedó a mi lado.

Zayn hizo una pausa y buscó su mirada, apretando suavemente la mano que los unía. Sus ojos estaban húmedos, al igual que los de Harry. Aun con el semblante triste, el omega le dedicó una pequeña sonrisa y continuó.

- No me va a alcanzar la vida para agradecerle a tu alfa por haberme salvado, Harry. Louis me preguntaba una y otra vez, con sus ojitos preocupados, sobre las marcas que tenía regadas en el cuerpo. Eran marcas que Ethan dejaba en mí cuando intentaba escapar o me resistía. Nunca le dije nada, por supuesto. Era mi único amigo, no quería perderlo, Ethan me había dicho que nadie me querría si se enteraban. Una noche, dos años después, me quedé a dormir aquí con Louis, justo en la habitación de enfrente. Me desperté asustado en la madrugada y él junto conmigo, ya estaba acostumbrado. Me preguntó cuál había sido mi pesadilla y yo no podía parar de llorar. Me abrazó intentando tranquilizarme... era el único alfa que dejaba que lo hiciera, que me tocara. Me dijo que sólo era un sueño, pero yo sabía bien que no lo era, que era real. No pude más y se lo conté, le conté todo. Le hice prometerme que no le diría nada a nadie y cuidó de mí hasta que me quedé dormido.

La voz de Zayn se quebraba por momentos, intentando contener sus sollozos. Quienes no los contenía, era Niall, que para ese momento había tomado a Zayn del brazo y lloraba sobre su hombro. Harry no podía parar de imaginarse a los cachorritos que había visto tantas veces en las fotografías de la habitación de Louis enfrentando algo así de fuerte. Le dolía el corazón al pensar en Zayn, tan pequeñito, sufriendo algo tan cruel.

- A la mañana siguiente, Emmy me despertó para bajar a desayunar. Cuando entré a la cocina, Louis ya estaba sentado a la mesa con los ojos rojos y la nariz congestionada, como si llevara llorando horas. Aun así, me sonrió y me abrazó, como siempre. No sospeché nada, ¿saben? Años después, me contó que no había dormido en toda la noche y que, apenas amaneció, había despertado a Emmy para contárselo. Cuando terminamos de desayunar, Emmy nos comentó que tenía que salir un momento. Le pregunté a Louis qué había pasado y sólo me dijo que había discutido con ella. Estábamos jugando en su habitación, cuando escuchamos la puerta abrirse y, en seguida, la voz de Emmy y la de mi mamá. Se supone que volvería a casa hasta el día siguiente, así que no tenía sentido. Antes de que pudiera preguntar nada, Louis me abrazó y se soltó a llorar, pidiéndome disculpas una y otra vez. Y entendí. Entendí lo que estaba pasando. Y tuve mucho miedo, pero también me sentí aliviado. Fueron meses de denuncias, interrogatorios y terapias. Y luego meses que se convirtieron en años sintiéndome inseguro, débil, horrible, usado. Sentía que era mi culpa, además.

No Lie In His FireWhere stories live. Discover now