Choi MinHo lleva una vida feliz como secretario en una importante firma de contadores en el centro de la ciudad. De novio con Luna quién trabaja con él como secretaria, viven juntos en un apartamento en las cercanías de Myeong-dong y ambos se llevan...
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—Veo que estás más activo en tu móvil que de costumbre —de pronto la voz de Lee JinKi me distrae de la conversación que me encuentro teniendo con Minho. Observo al mayor que está acomodando unas copas en la bodega—.
—Así es —vuelvo la vista al móvil y luego otra vez a JinKi, quién me sonríe de lado—.
—Continúa, no te detengas por mi.
—L-lo siento. Ya te ayudo, lo prometo —hago un ademán con la cabeza y comienzo a tipear en el WhatsApp—.
JinKi sonríe nuevamente y continúa con su labor.
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Guardo el móvil en el bolsillo del pantalón y tomo la franela para comenzar a secar las copas que se encuentran en el recipiente gigante que tengo en frente. JinKi, que aún está a mi derecha, no deja de observarme con una sonrisa pícara en el rostro.
Pues claro, quiere conocer todo el chisme a detalle. Él sabe que no acostumbro a utilizar el móvil en horario de trabajo, puesto que soy muy responsable cuando se trata de mi rutina laboral y suelo pedir permiso siempre que tengo un inconveniente o que debo utilizar mi celular.
