Entre el amor y la venganza

Capitulo 9: Una Dulce Borrachera.

 Despues de darse un baño, tomar un buen desayuno, se prepara para ir a la corporacion DiaZ casal, esa mañana debe reunirse con juan manuel para hacer una sesion de fotos, se viste con una falda corta de un tono azul casi negro y una blusa corta color rojo luciendo su estomago plano con un pequeño arete en el ombligo, de verdad muy bonita y sexi , pero para nada vulgar. Se coloca a penas un poco de base en su rostro, se delinea los ojos, pinta sus labios de un increible rojo furioso y se sienta a esperar a pedro que pase por ella.

A los pocos minutos siente el timbre de su casa, toma su cartera y sale a encontrarse con pedro, dentro del automovil se pone comoda y le da un tierno beso a su amigo en la mejilla.

-Hola mi pequeña como estas? Oh por Dios!-dice pedro mirando a lucy de arriba a bajo-Quieres matar a alguien de un infarto? Ten compasion de esos pobres hombres-dice su amigo riendose.

-Eso quiere decir que me veo bonita?

-Mas que eso, estas increible, ademas tienes un semblante tan risueño! Tienes una hermosa sonrisa en tu cara.

-Debo dejar de estar triste, y olvidarme de jeronimo, el me dejo muy en claro que ya no le intereso, que solo soy un negocio para el.

-Hay mi lucy, si fueras hombre te darias cuenta de lo que jeronimo realmente siente por ti.

-Ya no quiero saber de el, espero no tener que cruzarmelo.

Al llegar a la corporacion y despues de saludar a la recepcionista se dirige al area de publicidad, alli se encuentra con juan manuel, que queda realmente impactado con la belleza de lucy, esa mujer lo esta volviendo loco, no puede dejar de pensar en ella.

-Hola señorita anderson, dejeme decirle y con todo el respeto del mundo se ve increible-Dice juan manuel sin poder dejar de mirarla.

-Muchas gracias señor morales, usted siempre tan atento conmigo-Dice lucy bajando la mirada al suelo sonrojandose, esta acostumbrada a los halagos, pero el señor morales es tan dulce con ella que hace que se sonroje.

-Por favor señorita digame juan manuel.

-entonces usted digame lucy- dice ella brindandole una calida sonrisa.

-tienes la sonrisa mas hermosa del mundo lucy.

-Perdon que interrumpa este momento tan conmovedor-dice jeronimo acercandose a ellos. Lucy lo mira a los ojos y puede ver las ojeras que sobresalen de el, sin dudas esta cansado, se nota que no ha dormido en dias, como le gustaria abrazarlo y arroparlo hasta que se duerma en sus brazos, mientras dulcemente acaricia sus cabellos , como a el tanto le gustaba, pero con solo mirarlo se da cuenta que su expresion cambia al mirarla y todo eso se borra de su mente, porque tiene que odiarla tanto.

-Buenos dias señor Diaz casal-dice lucy saludandolo brindandole una hermosa sonrisa.

-Seran buenos dias para ti , porque para mi no lo son, solo voy a decirte una cosa, esto es un lugar de trabajo y por mas que te guste mostrar tu cuerpo para que los hombres se enloquezcan, este no es un lugar para eso, espero que la proxima vez no vengas casi desnuda-dice jeronimo cruelmente, sacando todo rastro de sonrisa del rostro de lucy.

-Lo siento, crei que me veia bien, la proxima vez vendre con ropa mas adecuada.

-Para tu suerte hoy no podre acompañarlos, tengo muchisimo trabajo que hacer-dice jeronimo retirandose, pero sin antes escuchar la voz dulce de lucy.

-Debes descansar un poco jeronimo, recuerda que te desmayas facilmente-eso hace que jeronimo se enfurezca aun mas, como se atreve ...

-No te preocupes lucy anderson, en todo caso no es tu problema, no vuelvas a meterte en mi vida-dice jeronimo fulminandola con la mirada, haciendo que lucy baje la suya avergonzada, no puede soportar esa mirada de furia en los ojos de jeronimo, el no era asi.