╰─► THE HILLS [Papufresco]࿐

KILLJOY

Luis estaba completamente preparado para salir. Ya habló con sus padres para que estos supieran que él iba a salir a una fiesta esa noche, después de todo ya era mayor de edad. Pero igualmente sentía la necesidad de comentarle a sus padres que iba a salir, no aguantaría saber que están preocupados por él o algo por el estilo. Amigos suyos ya le habían contado historias de sus padres esperándolos despiertos hasta las 5 de la mañana o incluso yendo a buscarlos a la fiesta.

Él habló con sus padres. Les dijo que no bebería ni tomaría nada extraño. Les contó que tenía vehículo de ida y vuelta y que estaría Miguel con él además de que la casa era de alguien de confianza. Sus padres parecían satisfechos por ello excepto por el hecho de que juntaría con dos amigos de Miguel de los que no se fiaban. Sí, se fiaban de Miguel, pero no de algunos de sus amigos, incluyendo a Aaron y Paula, por supuesto.

Escuchó un claxon fuera de su casa y ya supo quienes habían llegado. Bajó las escaleras corriendo, casi tropezándose, tratando de no tardar mucho. No les quería dar una mala impresión el primer día. Sabía que ellos contaban como... ¿influencia, se podría decir? en el instituto. No quería ser un marginado, definitivamente.

–¡Jefa, jefe!¡Ya me voy!– les gritó mientras se colocaba su chaqueta bicolor como siempre solía hacer. Nada le iba a impedir llevar esa chaqueta, por muy "zzz" que su amigo Miguel le dijera que era. Los límites de su personalidad llegaban a un punto, no dejaría esa chaqueta en casa.

–¡Adiós, hijo!¡Pórtate bien!– le respondió su madre sentada en una de las sillas de su cocina, sonriendo de manera tierna.

–Avisa si pasa algo.– continuó su padre con una suave sonrisa, girándose para mirarlo mientras continuaba fregando los platos.

Su hijo asintió con una sonrisa y corrió hacia la puerta, despidiéndose con la mano. Nada más salir pudo escuchar la fuerte música que provenía del coche descapotable de color rojo que la chica se hallaba conduciendo.

La chica llevaba su pelo largo suelto y de un liso perfecto, el blanco de su teñido reflejando los suaves tonos grises muy claros. Su maquillaje era sencillo. Labios de un tono rojo muy sutil, tanto que parecían naturales. Base de cara para que se viera limpia y sin imperfecciones. Sonrojo suave, casi no notable, tuvo que agudizar su vista para verlo. Eyeliner largo pero fino, como el de un gato y un poco de sombras azul suave en sus párpados.

Sonrió levemente al verla, no podía ver bien su outfit pero creía notar un vestido pegado negro con algún detalle en azul claro, como su maquillaje. También pudo notar un bolso azul oscuro de cuero, bastante pequeño en el que probablemente solo podría entrar su teléfono móvil y algo de dinero suelto o una cartera diminuta.

Luego sus ojos viajaron hacia el chico. Sonrisa tosca y determinada, incluso podía decir que llegaba a ser creida. Labios de un tono carmín oscuro, podría decir que eran granates y con lipgloss en ellos, haciéndolos ver jugosos. Un sonrojo también sutil pero menos que el de la chica. Eyeliner suave, poco visible pero al mismo tiempo masculino. Sombras altamente llamativas de tonos rojos calientes que rodeaban todo su párpado. Y piedritas falsas de pegatina que adornaban el contorno de los ojos y parte del puente de su nariz. Y sin faltar el piercing que llevaba en su lengua y varios en sus orejas, donde también llevaba pendientes de color dorado.