Veinte

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La mañana parecía tan fría, las gruesas gotas que golpeaban la ventana y retumbaban en toda la casa le hacían sentir más sólo.

Se levantó, revisando su teléfono. Había pasado casi un año desde la última vez que vio a Jungkook, y ya no tenía él más mínimo de esperanza de volver a verlo.

Ese día, el penúltimo día de diciembre, se sentía más triste de lo que recordaba.

Escucho la puerta ser tocada y se levantó con desgana, dirigiéndose a la entrada, viendo a su mejor amigo y a su pareja.

- ¡Taehyungie! ¡Feliz Cumpleaños! -Gritó, el ahora peli-naranja, entrando emocionado a la casa con un regalo en sus manos.- Trajimos esto, de parte de Yoongi y mía.

- Gracias, no tenían porqué molestarse.

- No es molestía. Planeamos varias cosas para que sea tu mejor cumpleaños.

Taehyung solo asintió, e intentó sonreír, pero sólo logró hacer una mueca.

- Sé que sigues triste por Jungkook pero no te preocupes, nosotros estamos para tí.

El cuerpo de Taehyung se tensó, su amigo y él habían acordado no volver a mencionar aquel nombre desde la desaparición.

- Jimin... -Yoongi notó el silencio que se formó por parte de su amigo, e intentó reprocharle a Jimin, pero fue interrumpido.

- No, no te preocupes... No hay problema. -Soltó en un tono apagado.- Iré a darme una ducha y salimos.

Ambos asistieron, y se sentaron en la sala mientras Taehyung iba a la habitación a ducharse.

[...]

- TaeTae, ¿No has pensado en volver de nuevo a tu casa? Digo, porque es un lugar muy grande en donde estás, solo para tí.

- Concuerdo con Jimin, en ese lugar se siente la soledad a kilómetros.

- No me apetece, la verdad.

- Bien. -Yoongi suspiró, pues su Taehyungie había perdido todo el brillo que le destacaba desde la desaparición de Jungkook, y por más que intentase alegrarlo, nada funcionaba.

Jimin fue el primero en bajarse del auto, seguido por Yoongi. Y Taehyung solo pudo quedarse mirando el lugar con una mirada nostálgica y triste.

- Vayamos a la noria, o juguemos en esos puestos para ganar premios.

- ¿Estas bien? -Susurro Yoongi a su amigo luego de verle bajar del auto- Sé que este lugar te trae recuerdos, si quieres, nos podemos ir.

- No, tranquilo.

Yoongi asintió, tomando la mano de su pareja y caminando, adentrándose en el parque. Taehyung caminó detrás de ellos, manteniendo cierta distancia, pues no quería molestarlos mucho. O así pensó, hasta que Jimin se giró hacia él y le dio un sermon por tener tanta distancia con ellos.

Fueron a diferentes juegos, algunos de puntería, en donde te daban pelotitas para que derribaras tres torres, y si lo hacías bien, logrando derribar las Torres y no golpeando la entrepierna del dueño del juego, te llevabas el peluche más grande.

Sólo que él caso de los tres chicos fue el último, pues, en el turno de Taehyung, su lanzamiento fue fuerte y para nada preciso, golpeando justamente la entrepierna de aquel hombre, haciéndole retorcerse del dolor.

- Bueno, comamos algo, muero de hambre.

- ¿Quieren algo en específico? -Preguntó Yoongi.

Jimin dió algunas recomendaciones y Taehyung sólo asintió.

Cuando el cielo se tornaba opaco, y el sol se despedía, abriendo paso a la fría noche, los tres chicos decidieron (Jimin y Yoongi) que deberían subirse a la noria como última atracción del día.

Hicieron la fila, y mientras Jimin y Yoongi quedaban en un puesto juntos, Taehyung se tuvo que sentar solo, pues nadie había querido sentarse con él por su "escalofriante vibra" y su "mala pinta".

No le importó, en realidad, fue mejor, porque se había detenido a pensar en todo.

La noria era tan importante para él, o al menos, en algún punto, fue importante. Aunque, ¿A quién engañaría? al final, sólo era un joven que buscaba resguardarse en su soledad para ignorar el dolor de la desaparición de su amado.

Taehyung suspiró, odiaba pensar, y cuando se dió cuenta, ya se encontraba en la punta del todo, viendo el rojizo color que desprendía el sol al estar a minutos de desaparecer completamente, y entonces ahí, se permitió llorar, llorar como nunca lo hizo, dejando escapar sollozos incontrolables de sus finos labios, esos que alguna vez fueron besados con cariño y devoción, ahora soltaban ruidos lastimeros que aturdian sus oídos. Entonces se preguntó: ¿Qué hizo mal para que el hombre que más amaba le abandonará? ¿Tan mal novio había sido?

Algunos minutos más y se bajaron de la atracción. Yoongi y Jimin notaron los ojos rojizos del menor, pero no quisieron preguntar.

- ¿Quieres que te llevemos a casa? -Preguntaron, priorizando la comodidad del menor, como lo habían hecho todo el día.

- No, no se preocupen. Gracias por hoy, en serio, pero necesito descansar.

- Muy bien.

Ambos abrazaron el tembloroso cuerpo de Kim, envolviendolo de amor, pero, no era el amor que Taehyung estaba necesitando en ese momento.

- Si sucede algo, sabes que puedes contar con nosotros, a cualquier hora, cualquier día.

- Lo entiendo, gracias. -Sonrió con sinceridad, sintiéndose un poco calmado, pues aquella mancha en su interior que le hacía sentirse vacío parecía no desaparecer.

Se despidieron, y Taehyung empezo su camino hacia la parada de la ruta. La última ruta del día.

Se sentó en el último puesto, del lado de la ventana, viendo las calles pasar frente a sí, y por un momento pareció alucinar, viendo aquella cabellera que tanto beso de un color claro, y esos ojos que admiró tantas noches, perdidos en la oscuridad de la noche.

Talló sus ojos con la mano empuñada, y se convenció a sí mismo que lo visto era producto de su cansada mente por el día vivido.

Llegó a casa y abrió la puerta sin problema, yendo directo a la habitación. No sin antes escuchar el fuerte ladrido de su pequeño.

- Hola, Tannie.

Sirvió el alimento del animal en su platito, y se sentó en el suelo de la cocina a observar a su mascota comer.

- Estoy cansado.

Yeontan se alejó del plato exaltado, corriendo hasta la puerta y comenzando a ladrarle a la misma.

- Tannie, silencio. -El perro siguió ladrando, haciendo caso omiso a las palabras de su dueño.

Taehyung se acercó a la puerta, escuchando poco después los golpes en está. Y casi pudo sentir su alma abandonar su cuerpo cuando abrió la puerta.

- Jungkook.

My Only Love (VKook)Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora