(aclaración; esto paso cuando Dani y Lia estaban peleados)
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D A N I L O
→ AMELIA, AMELIA, AMELIA, me pasaba todo el día pensando en ella, no podía evitarlo, siempre llegaba a mi mente la imagen de ella sonriéndome, o de ella acostada en mi pecho mientras me contaba su día. Pero de un momento a otro todo se dejó, probablemente fui yo el pelotudo, pero era tan adictivo, me ayudaba a escapar de mis problemas. Me hacía sentir que por fin encajaba en un lugar, que por fin entendía a mi hermano.
Aspire del plato la droga que estaba ahí, para después salir de mi casa, caminando por el barrio. Extraño a Amelia como un condenado. Sabe que yo muero por ella, si no estoy con ella me falta su calor. En estos momentos era horrible la falta de su calor, encima hace frío.
En eso la veo caminando con la chetita, iban a comprar parece. Había escuchado por Chito que su hermana lo iba a ir a visitar y comer guiso, una lija manejo. Pero no sé si hambre de comer guiso o comer a Amelia, rubia divina.
Princesa en mis brazos yo quiero tenerte. Pensé al verla reírse, me volvía loco, su risa, su sonrisa, sus ojitos, su pelo, me encanta todo de ella. Mi corazón se muere por verla.
Mi amor por ella jamás va a cambiar, siempre la voy a mirar de la misma forma, desde la primera vez que la vi peleando con el Carlo' de los pelos, me enamore. En realidad ni sabía quién era esa nena, después me enteré que era Amelia.
Princesa de mi vida por siempre sera y no hay otra que pueda ocupar su lugar.
Todo lo que vivimos jamás lo olvidare, todo eso' momentos jamás lo borraré.
— So' re acosador vo'. — me doy vuelta y veo al Carlo'. — Viste que el Hernán palmó, el Jorge anda como loco, dice que la Lia tiene algo que ver. — si tenía algo que ver, pero nadie tenía que saber.
— Paso hace banda, que se deje de romper.— digo mientras me siento en una roca que había ahí, el Carlo' se sienta al lado mío.
— La Mariela ta' re rara, tipo como que me quiere y como que no. — dice, yo lo miro.
— Por lo meno' sigue con vo', yo en cambio veo de lejo' a la Lia.
— Y vos por boludo, si mi tía te re quiere, pero andas en esa. — hace un gesto de aspirar droga.
— A ver Carlo', vo' tené familia, jama' vas a saber que es sentirse solo, sentir que no encajas en ningún lado, tené todo, yo no tengo nada, meno' ahora que no toy' con la Lia, ahora sí que toy' solo, somo' la droga y yo.— le intente explicar, pero era obvio que no me iba a entender, si lo tiene todo.
— Y bue', la hubiera cuidado, ahora ya tengo tío nuevo y e' el Fernando.— yo lo miro con bronca, tenía que ser mentira, mira que iba a estar con ese cheto de mierda.
— Déjate de joder, no rompas más las bolas.— le digo y él me intenta seguir pero no me llega.
Me fui a mi casa, cuando entre, taba' lo de siempre con el Seba. Cochi, Ana, el Jorge y la china. Cómo siempre, pase desapercibido para todos, menos el Cochi que me siguió hasta mi pieza, se sentó conmigo en el colchón y empezo a hablar.
— Amelia es una chica re linda. — decime algo que no sepa, pá— Y vo' so' un boludo, porque te dejaste y caiste en la gilada.— fua que estaban densos.
— No tengo gana de hablar, Cochi, si va a venir a decirme que soy un pelotudo y que por eso la Lia me dejó, dejá, ni ahí.— le digo y él me mira negando, prende un cigarrillo y empieza a fumar mientras parece elegir las palabras correctas para comenzar una conversación.
— Mirá, Lia es una chica re linda y re buena persona, eso de que anda con aquel boludo es puro chamuyo, no sea' boludo, si te quiere a vo', mira que una relación de casi año se va olvidar de un día pa' otro, dah, no seas pajero. — me da un empujón en el hombro — Te doy un consejo, no te va a aparecer en tu vida ni a palo otra guacha que te quiera bien, despué' vienen la' interesada'.
— Ella me dejó, que queré' que haga. — resoplo.
— Dejá eso. — empuja con su pie el plato que usaba para poner la droga. — O bueno, si no voy a tener que hacer algo yo por las malas, Uruguayo, no te va a gustar para nada eso. — se para y va hacia la puerta.
— ¿Me estás amenazando? — me río secamente.
— Tómalo como una advertencia, yo la re quiero a la guacha y mis promesas las cumplo. — se encoje de hombros y sale de la pieza, sigo sin entender bien el porqué de todo lo que me dijo Cochi ¿Promesas? Que promesa va a estar hablando ese.
Actualidad:
Me desperté viendo el techo de la pieza de Amelia, estaba lleno de estrellitas que si no mal recuerdo se las había regalado Federico por sus buenas notas. Miro al lado mío, esperando verla y no está, seguro debe andar por ahí.
Sigo mirando la pieza, estaba toda decorada por ella y Federico, algunas fotos ahí colgadas, incluso tenía una con la cheta. Mientras en la mesita de luz tenía una foto mía solo, estoy re bueno.
Habian muchísimos cambios en Amelia desde que Federico apareció, que en parte fue gracias a mi. Ahora no le faltaba nada, eso era bueno, a veces ella como yo, tampoco comía. Se la pasaba sola en su casa, aunque a veces estaba con el Kiru, pero ahora no había noche donde no tuviera compañía en la cena, me ponía contento eso, ella se lo re merecía.
Yo también tenía un lugar donde estar, Federico me recibió re bien acá, no se pone la gorra como don Tevez, me deja quedarme a dormir, aunque piensa que duermo en el colchón que está en el piso.
— Hasta que te despertaste, mirá que es sábado pero tampoco te lo tomes para la joda, las dos de la tarde son. — dice Amelia entrando a la pieza y cerrando la puerta. Me tira una remera. — Dale que llega papá y te ve sin remera te echa de casa. — dice.
— Sos re gila, mira como me das los buenos días vo'. — le digo mientras me doy vuelta, boca abajo, hundiendo mi cara en la almohada, sintiendo el olor al perfume de ella. De repente siento como se me tira en la espalda y me acaricia los brazos.
— Buen día, mi amor.
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Holii, aparecii
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