Stalker [Toll]

11

Han pasado dos días desde que no he ido al liceo, no he salido de mi habitación excepto para buscar algo de comer cada que no soporto el hambre, no he hablado con nadie, ni con Tom, ni con Matt..ni siquiera con mi madre, únicamente un hola y chao si es que la veo, solo estoy acostado en mi cama, mientras me drogo con pastillas.. sorprendentemente, tengo bastante aguante, por lo que aveces me tomo hasta cuatro o cinco y me pega por un buen rato, antes tomaba una y ya estaba que me caía el suelo, ahora si tomo una sola solo me relaja.

Mientras pensaba mirando el techo, me pregunté...¿Qué pasaría si voy a otro extremo? Cada vez que consumo algo me repito constantemente que no me volveré dependiente, o que JAMÁS me inyectaria, pero sinceramente...a este punto, me da igual.

Ya me dolían las fosas nasales de tanto inhalar, ni siquiera me gustaba ese proceso, no soy fanático de la cocaina, y la marihuana es muy suave para mi gusto, por lo que uso muchas pastillas, pero como dije antes..tengo mucho aguante, y cada vez que consumo más, menos me hace efecto, quiero sentir algo...más, pero..¿heroína? ¿Es en serio? Me dan miedo las agujas, como mierda me voy a inyectar.

• • •

Hoy había decidido ir a la escuela, había estado faltando mucho a clases, tal vez..solo tal vez, pensé que me sentiría bien allí, pero estaba muy equivocado.

-Hasta que por fin vienes, Bill.- Habló una voz femenina detrás de mi, yo me lavaba las manos para quitarme el resto de grafito que había quedado en mi piel de tanto garabatear en clases, cuando miré en el espejo, probablemente mi corazón se detuvo ahí mismo, estaba Nathaly, junto a otras que no valían la pena mencionar, todas se me quedaron viendo, solo suspiré

-Es el baño de hombres, ¿Qué hacen aquí?- Pregunté

-Si puede entrar alguien como tú, nosotras también.- No había entendido a que se refería.

-Ah, bueno.- Dije, las miré de reojo cuando me giré para salir del baño, una de ellas dió dos pasos largos hacia mi y alcanzó con su mano mi cabello y tiró hacia abajo de este-

-¡Ahh! Que mierda, sueltame!- Intenté quitarme sus manos de encima, pero fue suficiente con que otra mano terminara de jalarme del cabello hacia abajo, hasta tumbarme de culo en el suelo, las miré a todas y rápidamente intenté levantarme.

-¡Esperate! No te hemos hecho nada y ya estás huyendo pedazo de cagona?- Dijo Nathaly y pateó mi hombro hacia abajo, haciéndome caer nuevamente, quité su sucio pie de mi hombro y me arrastré hacia atrás mientras ellas se carcajeaban. -¿Qué creías? ¡¿Quien te crees que eres, trozo de zorra inmunda para tirarte a mi novio?!- Gritó y yo me quedé boquiabierto.

-¿Qué?-

-¡Ah! ¿Ahora tengo que recordartelo?- fruncí el entrecejo y negué

-Yo no lo obligué, él fue el que me buscó- Dije y me levantaba lentamente y me acercaba a la pared, estaba arrinconado