Capítulo 6: Una nueva primera mañana Parte 1

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(El dibujo de arriba no es mió)

Era una agradable mañana en el reino del Trébol. El sol empezaba a hacer presencia a la vez que las personas madrugadoras, siendo más exactos la mayoría de los plebeyos empezaban a abrir sus tiendas con las cuales vendían sus artículos para los pueblerinos cercanos a sus tiendas y así poder ganar el dinero de día a día que los mantiene tanto a ellos como a su familia. 

Sin embargo a nosotros eso no nos es de interés actualmente. Ya que lo que nos interesa en estos momentos es lo que ocurre en la cabaña en la cual viven los Starias. Siendo más específicos un cuarto del piso superior. Este tenía cama ni tan grande y ni tan pequeña, unos muebles en los cuales habían imágenes en las cuales se veían a todos los miembros de la familia Staria, tanto por separados como juntos en fotos grupales. Pero en una de ellas estaba la fotos de todos lo miembros de los Toros Negro. Lo más raro es que en esa foto había una persona al costado de Haru, la cual la estaba abrazando.

 ¿Que tenía eso de raro? Seguramente se estén preguntando. Pues que no se le podía va bien la cara ya que la misma estaba tachada con una gran x de color rojo. Lo unico que podia destacar de el o ella es que tenía cabellos de color blanco.

Esta era la habitación de la hija mayor (por 5 segundos) de Lichita, Haru Staria. La cual se encontraba durmiendo tranquilamente en su cama. La peliceniza de cabellos cortos parecía demasiada sumergida en sus sueños, el cual parecía que lo estaba disfrutando ya que tenía una sonrisa en la cara. Pero dicho sueño fue interrumpido por unos gritos masculinos.

Haru: Hmmmm- Gruño molesta la peliceniza por los gritos que no la dejaban dormir. Así que en un intento de ignorarlos puso su almohada encima de cara para poder volver a caer en los brazos de Morfeo-(Me pregunto quien estará haciendo esos molestos gritos)-Pensó molesta la peliceniza. Hasta que cayó en cuenta de lo que dijo/pensó- (¡¿Un momento gritos?!)-Pensó alarmada la peliceniza. Ya que no era normal escuchar gritos cerca de donde vivía. Después de todo ella vivia en lugar no estaba para nada cerca de Hage.

Se levantó abruptamente de la cama, tomo su grimorio el cual estaba encima de un mueble cercano a su cama si salio corriendo. A pesar de aún estar media adormilada salió corriendo aún con su pijama puesta para ver quien era el causante de esos gritos.

Haru:( Estos es muy raro, quién podría estar gritando a estas horas)- Pensó confundida la peliceniza- ( Tal vez sea un bandido, o un asesino torturando a una víctima)-Pensó preocupada la peliceniza-( Sea quien sea no voy a quedarme de brazos cruzados mientras alguien está en peligro)-Dijo/Pensó de manera seria, para después acelerar más su paso y que ambos brazos brillaran de color rojo escarlata.

Sin embargo al salir afuera vio que el causante de los gritos no era nada más ni nada menos que nuestro pelicenizo favorito. El cual estaba haciendo su rutina diaria de entrenamiento sin camisa. Pero el se detuvo al sentir el Ki de Haru detrás de el. Y se dispuso a saludarla de manera animada, sin notar que la peliceniza lo miraba de para nada contenta y tenía una vena roja en su frente.

Porque seguramente se preguntaran. Pues a nadie le gusta que le despierten cuando están durmiendo plácidamente y menos si estás teniendo un buen sueño. Y después de todo estos años que Haru y Astrid estuvieron en los Toros Negros. Haru adquirió uno de los malas hábitos de su capitán. El de matar a cualquiera( a excepción de su madre) que la despertará, pero a diferencia de su capitán solo lo haría si alguien la despertara a gritos. Lo cual por desgracia Astrid tuvo que aprender y ahora Asta también aprenderá.

Caído del cielo.Where stories live. Discover now