Capítulo 7: Una nueva primera mañana parte 2

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Era una mañana tranquila en el Reino del Trébol, los adultos se levantaban y abrían sus negocios a la vez que los padres y madres iban a la cocina para preparar el desayuno para sus hijos y parejas.

Nos dirigimos en la cabaña de los Starias en donde la madre de estos estaba en el baño limpiándose la cara, intentando relajarse para no preocupar a sus hijos y su invitado. Esta estaba agitada y miraba su reflejo en el espejo del baño. 

En este se veía a si misma con los ojos rojos y lágrimas cayendo de estos. Volvió a echarse agua en la cara en un intento de que sus lágrimas cesaran.

TOC TOC TOC

La mujer adulta escucho unos pequeños golpes. Alguien estaba golpeando la puerto del baño, y ese alguien era Haru, la cuál sintió el ki alterado de su madre y fue a ver que le había ocurrido.

Haru: Ma, soy yo Haru. Estas bien?- Preguntó en un tono preocupado su hija mayor.

La madre se quedo congelada al escuchar la voz de su hija, provocando que su respiración se volviera más agitada. Ella desde hace muchos años quería contarle sobre su padre, como era el, cómo se conocieron, como el consiguió robarle el corazón al igual que ella logró robarle el mismo.

Pero . . . Lichita tenía miedo, miedo de lo que podría pasar si les contara, miedo que sus hijos la vean como la culpable de arrebatarle la vida a su padre y miedo de que ellos ya no quisieran saber nada de ella por eso.

Con toda la fuerza emocional que le quedaba esta le contestó.

Lichita: S-si no te preocupes, solo dormí mal- Contestó la madre con una mentira blanca.

Su hija mayor sintió como el ki de su madre se tensaba, dándole a entender que ella le había mentido. Al no querer presionarla decidió seguirle el juego a su madre.

Haru: Está bien ma, no te preocupes- Respondió la hija mayor con voz serena dirigiéndose a su habitación- Pero - Se detuvo en seco- Si en algún momento necesitas hablar con alguién. Tanto yo como mis hermanos siempre estaremos ahí para apoyarte, de la misma manera en la que siempre nos has apoyado a nosotros- Dijo con una ligera sonrisa, para continuar su camino a su habitación y poder cambiarse de ropa.

Ella camino está la puerta del baño y la abrió ligeramente, al ver que no había nadie está no se contuvo más y cayó al suelo donde empezó a llorar al escuchar las palabras de su hija y no tener el valor de hablar con ella y explicarle el porque de su estado.

Lichita: Soy una pésima madre- Dijo la madre entre lágrimas.

Lichita: Soy una pésima madre- Dijo la madre entre lágrimas

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Caído del cielo.Where stories live. Discover now