SACRILEGIUM [+21]

Capítulo 21: Lujuria

Capítulo: 🔥🔞🔥🔞🔥🔞

Aleksei dirige el camino con determinación, su mano grande y firme se entrelaza con la mía, mientras con la otra sujeta el móvil contra su oído, está atrapado en una conversación tensa que parece absorberlo por completo.

Su ceño fruncido refleja la intensidad de la llamada, ni hablar de su grueso tono de voz que usa y demanda supongo yo órdenes. Me da intriga y me preocupa a su vez sobre lo que estén hablando. Así que no me atrevo a interrumpirlo, pero mis pasos intentan seguir su ritmo, aunque mis tacones parecen desafiar cada paso en esta carrera contra el tiempo del ruso. 

Durante la cena surgió el tema de las citas gracias a Clary, ya que había quedado con su prometido en salir a cenar, por lo que aproveché en sonsacarle información a Aleksei, pero obtuve poco más que un enigmático "es una sorpresa". Mi madre, no muy de acuerdo con que saldría con él, aún así, su reserva hizo que mis nervios solo vayan en ascenso.

Cuando finalmente cuelga, Aleksei suaviza su expresión al mirarme, su toque en mi cuello arreglando mi bufanda, me recuerda la persistente frialdad de este rincón de la ciudad, que no perdona ni siquiera el outfit más elegante para una primera cita. 

«Vean el Pinterest de Clary, tiene varias ideas interesantes»...

—¿Tienes miedo a las alturas? —Aleksei me da una de esas miradas intensas con la intensión de desnudar mi alma y saber lo que pienso, mientras se pasa su mano derecha por su barbilla.

—No que yo sepa —la confusión cruza mi rostro, cuando visualizo lo que hay detrás de él. 

«Un hangar. Un jodido hangar está detrás de él.»

—Iremos en mi Jet privado, saldremos en 20 minutos. —Anuncia, y aunque intento articular palabra alguna, me quedo muda; y tampoco entiendo por qué me sorprendo, si era de esperarse. Osea Aleksei debe de tener unos cuantos millones en su cuenta bancaria en el que puede llegar a darse lujos como coches... Creo que eso responde a mi pregunta no formulada. Yo tenía la intención de ver una colección de autos, pero lo que veo son aviones. No sé si me dejo entender, aún así, limpio la baba imaginaria que supuestamente sale de mi boca por la majestuosidad que hay frente a mi.

Miro a mi alrededor para tratar de calcular todo el terreno. 

«¿Todo será propiedad de él?»  

El hangar es de una estructura grande y cerrada, pero sus puertas están abiertas de par en par y desde aquí puedo ver la colección de juguetes aéreos lujosos de Aleksei Markov. 

«Madre mía» 

Me pellizco la palma, cuestionando si esto es real. 

Auch. Siento el dolor punzante en el lugar donde logré pellizcarme. 

—Por aquí, nos guía el personal del lugar, mientras avanzamos, por una de las puertas laterales del hangar. 

—Por todos los cielos —suelto sin pensar. En este inmenso lugar hay como 5 aeronaves lujosas e intimidantes que me dan la bienvenida. 

«Jesús».

Aclaro mi garganta. —¿Saldremos de la ciudad?

—Demoraremos casi un día, ¿Eso responde tu pregunta? —me responde con calma, y aunque intento ocultarlo, siento una pizca de decepción.

—Aleksei —lo regaño. —Me dijiste que si salíamos ahora , talvez estaríamos llegando por la mañana. Imaginé que...

—Lo dudo —interrumpe, —pero el lugar no te defraudará. —Antes de que pueda replicar, el piloto interrumpe con su llegada.