Outro

Día: VIII

Outro

"Y he oído hablar de un amor
Que viene una vez en la vida
Y estoy bastante seguro
De que eres ese amor mío"
Dandelions - Ruth B.

VIII. New Parents.

Max había experimentado muchas cosas los últimos meses.

Pero ¿alguien ha pensado en como los paso, Checo?

La vida también le cambio en un instante, más cuando un día de repente el olor a tulipanes de Max tenía ese toque dulce en la lejanía.

Ese característico olor a tulipanes llegó a sus sentidos, cuando conoció a Max en su época rookie, era un joven que parecía querer comerse al mundo, apenas estaba la clara adolescencia mostrándose en su rostro y la mirada brillante de todo lo que la vida le puede ofrecer.

Un omega joven que llevaba un parche anti-olor pero Checo de alguna forma pudo distinguir ese aroma a flores.

Él es alérgico al polen, por esa razón las flores para él son un problema, pero el aroma de Max era... diferente. Le atrajo de inmediato y sin problema podía aspirarlo en el ambiente y jamás sentir que le picaba la nariz.

La vida se encargó de unirlos como colegas y después como compañeros, Sergio no podía estar más feliz.

Ese aroma a tulipanes al que estaba acostumbrado, que bailaba tranquilo por el paddock, como una brisa en tarde cálida un día cambió drásticamente. En el garage de Red Bull había un claro tono dulce a miel y canela, era una mezcla que le recordaba las tardes en México, en casa, cuando su hermano llegó con la noticia de que esperaba a su primer hijo.

La duda lo embargo de inmediato preguntándose quien estaba en espera, había pocos omegas entre ingenieros y mecánicos, dudaba que fuera alguno ya que ellos pasaban el mayor tiempo entre los coches...

El otro era Max.

La duda comenzó a embargarlo, pero no tardó mucho en sentir los tulipanes cubiertos del toque dulce de la espera.

No creyó que Max entrará en conflicto al hacerle saber que ya sabía su secreto, y no lo culpaba, su padre ponía un enorme peso en sus hombros de tener que conseguir el mayor número de campeonatos, dejar la temporada a la mitad significaba un gran problema para su futuro, pero al menos tenía un resguardo gracias a Christian y su contrato. Checo como buen amigo estuvo apoyándolo, aunque en las noches se preguntaba quien había estado con Max y lo había abandonado con un pequeño creciendo en su vientre.

Quien haya sido no tenía derecho a un reclamo a futuro y gracias a su instinto protector se mantuvo cerca de Max la mayor parte del tiempo, haciéndolo sentir bien y protegido.

Aun así, las cosas se complicaron tanto cuando supo quién era el padre y las cosas que decía sin darle oportunidad a Max de ser el quien contará su historia.

Checo jamás creyó qué estaría en medio de un conflicto entre Max y su vida privada al darle una mano amiga, no es que se arrepintiera, solo que no esperaba que todo girará para darle vida a un sentimiento que en su interior había descansado tranquilo hasta el momento de florecer, un sentimiento que se plantó desde que conoció al joven Max.

Max movió su mundo en tantos sentidos, de formas que lo hicieron actuar por su bienestar y el de su hijo, creando una conexión con el bebé que aún no nacía y al cabo de pocos meses volviéndose en el alfa que Max tanto necesitaba.

Sergio admiraba a Max que dormía profundamente, con el reflejo de la luna en su piel desnuda que entraba por el ventanal de su habitación.

Ese día había compartido una noche más con Max, después de celebrar su cumpleaños en el momento que creyó que no llegaría para el mismo después de la última carrera. Su padre le había dicho lo desanimado que estaba por esto y quiso complacerlo dándole la sorpresa de estar a tiempo y llenar la habitación de las únicas flores que no le causaban alergia.