36 (Final)

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Noeul y Boss se detuvieron frente a la entrada principal del lugar. El alto no quería que el de felinas facciones se fuera tan pronto; mucho menos después del lindo momento que habían pasado la noche anterior, pero entendía que el azabache debía regresar ahí para continuar su servicio.

Boss notó que Noeul se encontraba algo triste y, al ver que este no lo miraba directamente a la cara, puso su mano en su quijada para alzarla sutilmente.

—¿Qué ocurre, Eul? —Le preguntó y sintió como Noeul ponía sus brazos alrededor de su nuca para atraerlo un poco más a su cuerpo.

—Solo... No quiero que te vayas —confesó.

Boss sonrió al escuchar eso. Claramente él tampoco quería irse pero no podía salirse de lo que él mismo había buscado.

—Yo tampoco quiero dejar a mi novio solo pero... Velo de esta manera, mientras más lejos estemos del otro, serán mejores los días que nos veamos —el azabache vio como Noeul tenía sus ojos bien abiertos y, al ver que el alto solo entreabrió su boca, se atrevió a darle un beso rápido—. ¿A qué se debe esa expresión?

—Tú...

—Yo... ¿qué?

—Te referiste a mí como tu novio —murmuró e inmediatamente sintió todo su rostro enrojecer al ver la amplia sonrisa que apareció en el rostro de Boss.

—¿No te gusta que te diga así? —El azabache puso sus manos en las mejillas del alto.

—No, es decir... Sí me gusta que te refieras a mí de esa forma pero... ¿Desde cuándo somos novios si nunca me lo pediste? —Noeul sonrió al ver que el azabache entrecerraba los ojos y él le devolvió el beso que Boss le había dado—. Boss Chaikamon, ¿quieres ser mi guapo, lindo, atento y romántico novio?

—Creí haber escuchado que yo debía pedirlo —se quejó y ambos rieron al mismo tiempo. El azabache acomodó un poco del cabello de Noeul y, después de asegurarse de que el chico realmente se encontraba frente a él en ese momento, respondió—. Por supuesto que quiero.

(...)

Boss estaba parado frente al padre de la iglesia, solo que miraba algo ansioso la entrada principal del lugar. Después de haber terminado por completo su servicio, el día que había estado esperando... por fin había llegado. Entrelazó sus manos detrás de su espalda y en cuanto Noeul apareció en su campo visual... Sonrió.

Dejando ver aquella sonrisa que tanto le gustan a su pareja.

Mientras esperaba que el alto se acerque por completo hasta su persona, Boss comenzó a recordar el día que le pidió al otro que se casara con él, lo mucho que estuvo practicando y lo nervioso que se había puesto el día que decidió hacerle aquella importante pregunta.

(...)

Boss se aseguró de guardar el anillo —que había conseguido con ayuda de Plan— y trato de acomodar su uniforme. Tendría otro día de descanso y, por fin después de casi un año de relación con Noeul, había decidido dar ese gran paso. A veces pensaba que estaba siendo algo rápido y, también, entendía si su pareja quería esperar más tiempo antes de casarse pero sentía la necesidad de dejarle más claro a Noeul que quería pasar el resto de su vida a su lado.

—Recuerda no ponerte tan nervioso —le recordó Santa en cuanto lo vio y Boss asintió antes de salir.

Logró reconocer a Noeul no por lo que llevaba puesto o su estatura, sino porque con él se encontraban Win y Way. Y podía notar que los niños estaban haciéndole muchas preguntas sobre él... O eso parecía desde donde los estaba mirando.

El chico perfecto para mi ex // Bossnoeul - FortNoeulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora