Caged Moon [Quackity x McTrio]

La Prueba

Estaba temblando. A pesar de que habían pasado varias horas seguía con los nervios en todo su cuerpo. ¿Qué hubiera sucedido si ninguno de sus chicos hubiera llegado a tiempo? Estaba aterrado de tan solo pensarlo. Imaginaba una versión alternativa donde Will rápidamente se cegaba del coraje una vez más luego de hacerlo abrir los ojos por un segundo. No quería saber que pudiera haber sucedido.

Los chicos se quedaron con él en la casa. Estuvieron atentos pero no lo agobiaron tanto con la atención que le daban. Le intentaron dar comida pero no había forma de hacerlo comerla. Estaba demasiado nervioso y solo pedía que lo dejaran en paz. Ellos lo entendieron. Cuando la noche cayó y todos ya estaban duchados menos Alex, Aldo fue a llevarlo a darse un baño. Se preocupó en que alguna idea le pasara por la cabeza así que se sentó en el retrete cerrado para acompañarle mientras el pelinegro se encontraba sentado en la tina llena de agua. Al salir lo ayudó a vestirse y lo llevó a la sala donde Roier le dió un vaso de jugo, no había comido en todo el día, debía tener algo en el estómago.

La mañana siguiente Alexis fue el primero en despertar. Estaba entre los brazos de Aldo y frente a Roier. Mariana había dicho que dormiría en la sala ya que no había espacio para él. Se levantó de la cama y en silencio salió a la cocina donde encontró al matamorense despierto haciendo lo que parecía ser el desayuno, no mentiría, olía bien.

"Buenos días." Le sonrió el chico.

"Hola.." suspiró el de greñas para acercársele hasta abrazarlo. Se sentía bien la calidez que le daba su cuerpo contra el suyo y era mil veces mejor saber que no era necesario una interacción sexual para conseguir esa calidez.

"¿Dormiste bien? ¿Te sientes mejor?" Susurró al dejar lo que hacía para abrazarle de regreso. Alex asintió y alzó la vista para verle y así darle un corto beso...pero algo lo hizo separarse de golpe empujándolo cuando le vió. "¿Qué pasa?" Preguntó Mariana con los ojos abiertos y sorprendido por esa agresividad repentina.

Un recuerdo que se sintió como golpe en el estómago llegó a la cabeza del Alexis.

"Cada que veas a ese noviecito tuyo te acordarás de mí." Murmuró aquel hombre cerca de su oreja para lamer lentamente el lóbulo de esta. "Te acordarás de mí cuando intente besarte y llorarás cada vez que intente tocarte." Rió una vez más. "Si es que te toca luego de enterarse de lo sucio que estás.." murmuró.

"Yo.." tartamudeó para parpadear seguido. Le miró a la cara mejor y sintió un malestar en el estómago. "Por un segundo pensé que— Yo vi a..a—...No— No lo sé. Perdón." Susurró con un hilo de voz que temblaba con cada letra.

El mayor suspiró bajo y apagó la estufa para tomarle las manos con cuidado. En el proceso se agachó quedando hincado para verse más bajo que él. "Papi, soy yo." Le susurró con suavidad mirándole a los ojos. "¿Me ves?" La sonrisa en su rostro era pequeña pero comprensiva. Le miraba con amor y ablandaba su corazón de una manera impresionante. "Soy Osvaldo."