Tu, again.

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La energía de un ser castigado.

Esta cansada de su longevidad. Desea descansar durante mucho tiempo.

Se supone que así debería ser ¿Por que estas tan ansioso por regresar?

-No lo se, pero siento que alguien acaba de salir tambien.-

-Es gracioso, acaba de salir esa persona-

-¿Quién?-

-Tu, el, ella, todos somos lo mismo ahora, tu y yo.. Nosotros-

-Ya veo, pero no importa. No quiero estar aquí, ya descansé-

-Ya vemos..-

-Hasta luego-

-Hasta luego, Randra-

-A-Alto. No quiero nada, solo déjame volver junto a esa persona-

-Hasta luego..

Y con una sensación de amor que abrazaba su existencia, los destellos de luz aparecían nuevamente en su vida.

-¿Cómo te llamas?- preguntaba esa persona de cabello castaño

-Rudolf Angelist- respondió con una mentira.
Con le daba su nombre a los extraños

-Que raro.. podría jurar que te llamabas de otra manera, da igual ¿Quieres ser mi amigo?- dijo con cierta sonrisa que le generaba nostalgia.

-Primero dime tu nombre.-

-Ah, espera debo ir por unas cosas-

-..Bueno?-

-Ya vuelvo, quédate aquí- dijo comenzó a correr girando cada cierto tiempo para no olvidar aquel lugar donde había encontrado a esta persona.

Esos segundos, fueron cortos pero tuvo un pequeño clic dentro de él. Era la primera vez que veía a esa persona.
Simplemente no comprendía como estaba experimentando tantos sentimientos por primera vez.

A penas tenían 8 años, le gustaba escaparse de aquel albergue y adentrarse en el bosque. Fue muy extraño encontrar a otro niño ahí.

Pero estaba seguro de algo.

No quería que se fuera.

-¡E-Espera!- dijo tratando de correr, su habilidad física no era tan buena y su salud mucho menos.
Anemia era el diagnóstico que sacaban al ojo.

Tambaleó y cayó, pero igual seguía moviéndose.

-Espérame, no te vayas.. SAM-

No sabia del todo a quien le pertenecía ese nombre, simplemente salió de su boca sin pensarlo mucho.

-..RANDRA-

Al entrelazar sus dedos, las risas de aquellos niños inundaron el bosque. El cabello que alguna vez fue rubio era de un tono rojizo y ciertas pecas se posaban en aquellos ojos verdes.

-No te reconocí, no te recordaba pero a la vez si- dijo samuel riendo

-Tu luces igual, solo que estas más ondulado- dijo randra mostrando la sonrisa inocente y completamente genuina que alguna vez tuvo.

-¿Recuerdas algo más?- pregunto Samuel recostado a su lado, el cielo se veía muy limpio y sus pies descalzos se sentían gustosos de sentir el aire fresco.

-No, pero aun siento que algo nos falta-

-Posiblemente, yo realmente desee volver contigo-

-Yo también.. Te prometí que volvería a ti-

Solo tenían una breve imagen de su antigua vida. Aquella despedida que se habían dado en ese patio.

No recordaban nada, pero sabían que ya habían logrado mucho.

-Ahora tengo 8, los cumplí hace poco- decia randra

-Yo voy a cumplir 9 recién- respondió Samuel.- ..Tengo ciertos problemas, ¿Tienes padres? No se porque no tengo.

-Ah, yo tampoco tengo. Estoy en un orfanato-

-YO TAMBIÉN- dijo samuel entusiasmado

-¿En el de al lado? Bueno, casi. Al otro lado de este bosque-

-Si, ¿estuviste ahí todo este tiempo?-

-¡Si!-

-Oye.. ¿Pero como se hacen los padres? Para tener un par juntos, así seremos hermanos ^^-

-No lo se.. ¿Hacemos unos? Creo que también salen de semillas-

-Uhh Randra siempre fuiste más inteligente-

-Lo se, aunque aun no voy a la escuela-

-Yo tampoco, no hay presupuesto-

Ambos se miraron y volvieron a reír.

Habían vuelto a ser humanos pero no recordaban que habían dejado de serlo.




























VAMOS A FINGIR QUE NO ME OBSESIONE CON ESTO.

[Gil que le gustan las historias alegres y de búsqueda]

"Somos"Where stories live. Discover now