20 | ¿Nuevo rival?

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『—♠︎—』

Piensa...

Uno...

Dos...

Tres...

Los dados fueron lanzados sobre la superficie verde y suave, causándole una sonrisa al hombre de traje gris y camisa negra, el hombre era guapo y habilidoso, decidiendo venir a uno de los más sorprendentes casinos de la ciudad. Al recoger sus fichas y dinero, se giró en el taburete para levantarse y sacudir un poco su traje.

—¿Ahora a dónde, Señor? —preguntó el hombre fornido a su lado, pues contaba con dos guardaespaldas que lo acompañaban siempre.

El ruido en el lugar era casi infinito, siendo obvio por ser uno de los casinos más concurridos de la ciudad. Poker, Blackjack, Backgammon... Máquinas tragamonedas, entre muchos juegos más. Hombres ricos y mujeres exageradamente hermosas acompañándolos.

—Debo irme, pero necesito hablar con... —su voz se vio interrumpida cuando sus orbes captaron a la más hermosa diosa que ha podido ver.

Una mujer de cabello plateado caminaba con un vaivén llamativo, su cola alta daba a resaltar su precioso rostro elegantemente maquillado.

Wow. Susurró para sí mismo. Viéndola perderse por entre la multitud, parpadeando un par de veces soltó una suave sonrisa que hizo resaltar el brillo en sus ojos.

—¡Vaya! Mi cliente favorito está aquí —exclamó el hombre mayor y él sonrió ahora para su gran amigo y dueño de este lugar.

『—♠︎—』

Una mujer deslumbrante y muy elegante para la ocasión, caminaba por los alrededores de cada uno de esos juegos, para EunJi los juegos no eran nada más que una perdida de tiempo, pero en momentos cuando se aburría no evitaba tomar un vaso de whisky mientras jugaba una partida de Blackjack.

La mirada masculina de muchos se concentraba en su cuerpo y su manera de caminar, pues ese vaivén constante en sus caderas era sensual para muchos. La EunJi de antes hubiese estado encantada con dicha atención, pero ahora simplemente le repugnaba el hecho de que miraran sus pechos o trasero.

Quizás no debiste usar ese vestido escotado, EunJi.

La barra no estaba muy lejos de los juegos y la peliplateada de cola alta estaba dispuesta a llegar allí. Un trago no le caería mal en estos momentos. Hace dos semanas se viene sintiendo sola, Sook pasaba la mayor parte de su tiempo con Jimin, algo que envidiaba, pues le ha ido tan bien que desea esa felicidad para su amiga, aunque se enterara hace poco. JongIn pareció olvidarla, pues no había vuelto a escribirle siquiera... Aunque lo prefería así, no quería lastimarlo.

Y Jk... Pues este también pareció perder el interés en ella, no lo había visto desde aquella vez en el coche, donde tuvieron sexo de una manera diferente sin quitar lo excitante del momento. Quería convencerse de que no le molestaba eso porque ella también era así —sólo que aún no había perdido el interés en él— pero en realidad era una cruel mentira. ¿Así se sentían los chicos que ella rechazaba? Joder que sí, y nunca creyó que fuera tan horrible.

—Un martini doble por favor —pidió al bartender con una sonrisa. Hoy lucía un vestido color beige, corto y ajustado a su figura envidiable, su espalda escotada sentía las caricias de su cabello plateado. Sus labios rojos destacaban en su piel.

EunJi era hermosa.

—Claro señorita Go —sonrió el joven bartender con cortesía, recibiendo una devuelta.

Light My Cigarette © JKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora