Capítulo Ocho

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- ¿¡Por qué no fuiste al colegio?!

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- ¿¡Por qué no fuiste al colegio?!

Un enojado y frustrado pelinegro se encontraba jalando de la oreja al joven adolescente castaño que se quejaba y llama a su hermano para que le ayudara

- Ango...

Llamo con cuidado al pelinegro colocando su suave mano encima de la mano de su esposo con delicadeza, este frunció el ceño y soltó la oreja del menor de la habitación

- ¡Odasaku no puedes cubrir siempre las malcriadeces de Dazai!

- ¡Ya no soy un niño, Ango!

- ¡Vuélveme a alzar la voz y esta vez Odasaku no te salvará!

El castaño tapó su boca con sus manos e hizo un pequeño puchero, No era sorpresa la acción del castaño siempre cuando se trataba del prometido de su hermano era normal actuar como un niño adelante de ellos, era como volver a esa niñez que su padre le había quitado

- ¿Quieres algo para tranquilizarte?

- No, estoy bien solo que ¿Por qué no fuiste hoy? Era el primer día estoy seguro de que eras el más animado por eso ¿Mori-San te prohibió ir?

- No, Solo que tuve que quedarme en cuidar a Atsushi y Yumeno en la mañana vi a una mujer entrar

Eran pocas las veces en la que el castaño nombra a sus hermanos menores, hermanos que aún ni podían liberarse de la fuerte presión que su padre ponía sobre los pequeños hombros de ambos infantes, Odasaku frunció un poco el ceño había oído por parte de su hermano que su padre tenía dos hijos más y uno que está esperando

Todos sus hijos de diferentes madres

Aunque Odasaku no tenía el permiso de su padre para ver a sus otros dos hermanos, Dazai les mostraba imágenes y solía contar sobre ambos infantes con tanto ánimo

- Dazai, ya hemos hablado de eso, no te tienes que preocupar por otra cosa que no seas tú sé que te preocupas mucho por tus hermanos, pero tienes niñeras ¿No?

- Lo sé ¡Pero Ango!

- Solo faltan tres años para que seas mayor de edad ¿No es así, Dazai? Quizás no podamos llevar a Atsushi o a Yumenos, pero te podremos llevar a ti, Sakura dice que extraña hacerte trenzas

Esta vez quien habló fue su hermano mayor que se sentó a su lado izquierdo, Su prometido, Ango dio un pequeño suspiro y sonrió sentandose alado derecho de Dazai, el castaño no era de contacto físico, pero cada vez que su hermano y el prometidode este lo abrazaban de sentía como ser un bebé otra vez

Esta vez quien habló fue su hermano mayor que se sentó a su lado izquierdo, Su prometido, Ango dio un pequeño suspiro y sonrió sentandose alado derecho de Dazai, el castaño no era de contacto físico, pero cada vez que su hermano y el prometidode e...

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Dulce y agrioWhere stories live. Discover now