LILLIZA

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ELIZA

Me había sorprendido bastante lo que Lillian había dicho, pero la verdad es que tenía razón, yo también lo estaba haciendo con esa intención, pero no quería decírselo a mis hijas justo después de soltar la bomba de mi divorcio y los motivos de este. La cocina se había quedado en completo silencio cuando se fueron para poder hablar a solas, Kara estaba preparándose el desayuno, al parecer fue la única que no había perdido el apetito. Alex y Maggie solo se miraban entre ellas y luego me miraban, mientras que Sam y Andrea estaban sentadas en las sillas altas de la isla en completo silencio.

-Un momento – dijo Kara como su hubiera averiguado algo importante, por lo que todas la miramos esperando a que continuara.

-Es ella de quien me hablaste anoche – dijo señalándome con la cuchara que tenía en la mano.

-¿Quién? - preguntó Alex sin entender a que se refería.

-Lillian, es de quien me hablabas anoche – dijo sin apartar la cuchara, y solo pude tragar saliva sin saber bien que contestar.

-No estoy entendiendo – dijo Andrea extrañada por el comportamiento de mi hija.

-Anoche me dijiste que te gustaba alguien y cuando Lillian a confesado que te estaba coqueteando te has sonrojado y tú nunca te sonrojas – dijo dando un paso hacia mi.

-¿Es verdad eso mamá? - dijo Alex y no sabia que responder.

-Contesta linda ¿es verdad? - dijo Lillian entrando a la cocina, me sonroje por como me había llamado pero al ver que iba del brazo de Lionel sentí unos celos inexplicables.

-La acaba de llamar linda – dijo Maggie mirando a Alex, quien asintió frunciendo el ceño.

-Es o no verdad mamá – insistió Kara haciendo que todos me volvieran a prestar atención.

-Se supone que no deberías a verlo contado – dije fingiendo enfado.

-Osea que es verdad – dijo Alex.

-Yo no he dicho eso -

-Pero tampoco has dicho que no – dijo Lionel sonriendo. Como puede estar tan contento con lo que su mujer había dicho antes.

-Si, es verdad – dije finalmente mirando a Lillian, que solo sonreía mirándome.

Me puse a preparar el desayuno rogando que se acaba ahí el tema y al parecer funciono. Desayunamos entre breves conversaciones, pero se notaba la tensión vivida. Estaba terminado de recoger el desayuno cuando Kara me dijo que se iría con Lena al pueblo para poder hablar con más tranquilidad y que al parecer Alex, Maggie,Sam y Andrea se irían a pasear para despejarse un poco de todo lo sucedido.

Solo quedábamos en la casa Lionel, Lillian y yo, yo estaba lavando los platos cuando sentí unas manos en mi cadera haciendo que me sobresaltara.

-Lo siento, no quería asustarte. ¿Podemos hablar? - dijo Lillian poniéndose a mi lado.

-Si claro – dije mientras volvía a concentrarme en lo que estaba haciendo.

-¿Es verdad lo que has dicho antes? -

-¿Sobre qué? He dicho muchas cosas esta mañana – dije con una pequeña sonrisa.

-Sobre que te gusto – dijo dando un paso, quedando más cerca.

-Si es verdad – dije suspirando.

-Lillian, tu estas casada y no quiero que esto pueda dañar la relación de nuestras hijas – dije mirándola.

-Bueno hasta donde se tu también estas casada, y por ellas no te preocupes son mayores, no tiene por que afectarles – dijo acercando su rostro. Quería besarla, pero ella estaba casada y parecía que ambos estaban muy enamorados.

-¿Puedo besarte? - dijo en un leve susurro dejando muy cerca nuestros labios.

-Estas casada – dije sin mover mi rostro. La verdad deseaba más que nada que me besara.

-Tú también – volvió a susurrar.

-No voy ha hacer algo que no quieras, pero yo muero por hacerlo – dijo mirando mis labios y pasando su lengua por su labio inferior. No pude resistirlo más y acorte la distancia que separaba mis labios con los suyos. Al principio fue un leve roce que poco a poco comenzamos a intensificar, Lillian me tenía agarrada por la cintura mientras que mis brazos descansaban en sus hombros. Nuestras lenguas entraron en juego intentando conseguir el dominio de la situación haciendo más intenso el beso. Había perdido la noción del tiempo y el espacio hasta que estuche una tos detrás de mi haciendo que ambas nos alejáramos sobre saltadas.

-Perdón solo venía por un poco de agua – dijo Lionel pasado por nuestro lado y baje levemente la mirada avergonzada.

-Tengo que atender una llamada importantes sobre un negocio con un viejo amigo así que estaré en la habitación un buen rato – dijo guiñándole un ojo a Lillian y sin más se fue.

-Lo siento me he dejado llevar – dijo algo sonrojada y sabía que yo estaba igual a más que ella.

-No te preocupes – dije acercándome más a ella.

-Se que estas casada y no se como esta vuestra relación, pero quiero que sepas que me gustas y que me gustaría que nos diéramos una oportunidad – dije agarrando su mano mientras la miraba a los ojos.

-No sabes lo que me alegra que digas eso – dijo para después darme un leve beso en los labios.

-Es una historia muy larga que te contaré, pero tienes que saber que Lionel y yo no estamos de esa forma, es decir estamos casados pero solo nos queremos como amigos así que no te preocupes por él – me alegraba y aliviaba saber que no iba a ser un obstáculo.

-Bien que te parece si tenemos una cita y nos conocemos mejor – dije dándole un pequeño beso, haciendo que ella me diera otro, el cual intensificó provocando que soltara un pequeño jadeo al morder mi labio inferior.

-Me parece que es una gran idea pero creo que deberíamos para ahora con los besos, no quiero que ninguna de las chicas nos vea – dijo y le di un último beso antes de continuar lavando los platos, conversamos durante un tiempo hasta que las chicas volvieron y Lionel bajó de la habitación. 

❤❤❤❤❤❤❤

Bueno después de tanto tiempo he continuado con la hostoria, espero poder tener inspiración y terminarla pronto 🙃

Espero os guste e intentaré publicar lo antes posible 😊