Capítulo 11

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Yoko y Divina se encontraban sentadas en una banca disfrutando de la hora de receso.

— ¿No crees que Enid está actuando de forma... extraña? —preguntó Divina esperando una respuesta de su compañera que ahora admiraba el jardín.

— ¿En qué sentido lo dices? —Yoko acomodó sus lentes y esta vez centró su mirada en su compañera.

— Siento que mintió con respecto a estar enferma...

— ¿Y por qué mentiría? Es decir, ¿Con qué propósito?

La castaña no tenía pruebas para poder defender su postura, pero sospechaba que el raro comportamiento de su compañera se debía a cierta chica nueva.

Recordó escuchar a Bianca con otro grupo de chicas hablar "pestes" de Wednesday. Argumentando que la razón del por qué la sacaron de su anterior escuela era por ser una bully en potencia.

Haciendo que está sacará la conclusión de que a lo mejor Enid sufría de bullying por parte de Wednesday, pero en realidad estaba muy lejos de saber la verdad.

Por otra parte, Wednesday había decidido entrar un rato al auditorio en el que se encontraba el coro conformado por las alumnas del grupo C.

Ella no era mucho de cantar pero amaba tocar diferentes instrumentos musicales ya que su padre con mucha dedicación le había enseñado.

Estaba sentada tan cerca de la ventana que a través de esta pudo ver a su compañera corriendo como si algo la estuviera persiguiendo.

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La rubia terminó por encerrarse en el sanitario apoyando su espalda contra la puerta y respirando agitadamente.

— No es real... nada de eso fue real. —se repetía a si misma llevando sus manos a su cabeza y sentándose en el frío suelo por unos segundos.

¿Acaso se estaba volviendo loca? ¿Por qué de la nada aparecían esas alucinaciones?

Enid quería convencer a su mente que todo se trataba de una pesadilla y de que en algún momento despertaría, no estaba lista para aceptar la realidad.

De repente sus pensamientos se alejaron al escuchar como alguien intentaba abrir la puerta.

— E-esta ocupado. —exclamó la rubia apegando su espalda contra la puerta, no estaba dispuesta a que nadie la viera en ese estado.

— Enid, ábreme la puerta ahora.

Esa voz que perfectamente reconocía solo hizo que su cuerpo se tensará, estaba segura de que Wednesday no se iría hasta obtener una respuesta.

Se levantó con dificultad y giró la manilla dejando entrar a su compañera.

— ¿Qué pasó? —preguntó la pelinegra.

— Nada.

— No creo que sea nada cuando te vi corriendo como si algo o alguien te persiguiera.

Enid aferró ambas manos a su falda, tuvo la mala suerte de que su compañera la haya visto en ese estado.

— Wednesday yo no tengo porque darte explicaciones.

— Solo te hice una pregunta.

— Y yo no tengo porque responderte, además, nosotras ni siquiera deberíamos estar hablando.

Wednesday no era idiota, entendía perfectamente que no debían hablar, su preocupación por Enid iba más allá de obtener algo a cambio pero la actitud grosera de la joven solo la hacia pensar que lo mejor era ni siquiera intentar ser "amigas".

Sin pecado concebida - wenclairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora