— Entran mientras te das placer. ૮․․ ྀིა #Gojo Satoru, Nanami Kento & Toji Fushiguro.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
"Estúpido." murmuraste para ti misma, arrojando tu teléfono a un lado con un puchero en tu cara. Seguramente Satoru entendería tu mente una vez que regresara, pero por el momento, tenías otras cosas de qué preocuparte.
Mirando tus pantalones cortos, frunciste el ceño. El dolor sordo de antes ahora se había convertido en un pulso, un calor en la parte inferior de tu estómago que floreció en un ardiente deseo. Pero ese era el trabajo de Satoru y fue su culpa. Si no te hubiera contactado, simplemente para mostrar la tienda formada en sus pantalones deportivos por su erección, tal vez no habrías estado en esta posición.
Y lo que lo empeoró fue el hecho de que ni siquiera podía levantar el teléfono después de excitarte de esa manera. ¡Incluso tuvo la audacia de dejarte leído!
Aunque esas cosas no te preocupaban en ese momento y pensaste que ya te ocuparías de ello más tarde. Tu principal preocupación era tú misma y cómo manejarías el palpitar de tu coño.
Sin embargo, muy pronto, con dos dedos metidos dentro de ti, todo eso se desvaneció en el olvido. Deliciosos gemidos brotaron de tu boca, boquiabiertos de placer mientras cada empuje de tus dedos te dejaba sin aliento. Aunque, hay que admitirlo, sólo se sintió una fracción de lo que se sentían los dedos de Satoru, y mucho menos la polla.
¿Por qué estabas pensando en ese idiota?
"Princesa, te compré pasteles", escuchaste una voz cantarina que venía desde la puerta principal, abriste los ojos y, antes de que te dieras cuenta, él estaba justo delante de ti. Satoru se quedó allí, la manga pastelera cayendo dramáticamente al suelo mientras te miraba.
Pero le devolviste la mirada y continuaste, todavía molesta con él, incluso cuando la vergüenza enrojecía tus mejillas.
"Bebé, ¿qué es todo esto..." sonrió, dando un largo paso hacia ti e inclinándose, con sus penetrantes ojos azules mirándote sin preocupación. Pasó un brazo alrededor de tu cintura mientras se sentaba cerca de ti en el sofá y acercó tu espalda a su tonificado pecho. "¿Esto es lo que te hago?"
"C-cállate". Gruñiste, el pulgar dando vueltas alrededor de la capucha de tu clítoris, lo que te hizo dejar escapar un gemido particularmente agudo. "Si no te hubieras ido durante una semana en ese estúpido viaje, entonces tal vez..."
Pero Satoru te interrumpió cuando sus dedos pellizcaron tu pezón a través de tu blusa. "¿Y que? Ni siquiera puedes pasar una semana sin tener mi polla dentro de ti, ¿eh?
Te burlaste, "Bueno, entonces, ¿por qué me llamaste sólo para mostrarme eso?"
Y se rió profundamente en tu oído. "¿No es simple, cariño? Así puedo dejarte bien mojada para cuando regrese".
