Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Sientes que la fría pared de ladrillos golpea tu piel mientras Toji presiona su cuerpo firmemente contra el tuyo, sus manos masajean tu trasero mientras apresuradamente presiona su rodilla entre tus muslos. Jadeas en su boca y frunces el ceño ante el trato rudo que le da a tu cuerpo. Ustedes dos acababan de terminar una misión particularmente dura y extenuante, y el final de la pelea había sido una gran descarga de adrenalina.
Ustedes dos quedaron respirando pesadamente juntos en la oscura sala del almacén, sus oponentes quedaron inconscientes en el suelo a su alrededor. Toji te había sacado de tu estupor cuando te agarró por detrás y envolvió su mano alrededor de la mitad inferior de tu cara, obligándote a girar la cabeza hacia un lado y besarlo con avidez. Te sentiste mareada porque no te dio oportunidad de respirar entre besos mientras robaba el aire limitado que acababas de comenzar a reunir en tus pulmones.
La necesidad de Toji te afectó rápidamente, haciéndote sentir mareada y aturdida por la lujuria mientras girabas tu cuerpo en sus manos y permitías que te envolviera en sus brazos. En algún momento, uno de ustedes se comunicó con Shiu y le hizo saber que la misión había terminado, seguido de su ubicación actual. No tenías idea de cómo lograron salir del almacén sofocante, pero de alguna manera lo hiciste.
Tus labios no se habían separado de la piel del otro ni una sola vez, incluso cuando le enviaste un mensaje a Shiu. La adrenalina corriendo por tus venas te hacía sentir como si estuvieras drogada, combinado con la prisa de Toji y la evidente demostración de necesidad por ti, rápidamente te estabas volviendo tonta. Casi te sentiste poseída por lo instintivas que eran tus acciones. Jadeaste y gemiste en la boca de Toji mientras él usaba el agarre que tenía en tu trasero para arrastrar tu coño empapado hacia adelante y hacia atrás a lo largo de su muslo, estimulando tu clítoris a la perfección.
Toji abruptamente apartó sus labios de los tuyos y encorvó un poco la espalda para poder hundir su cabeza en la curva de tu cuello. Inclinaste tu cabeza hacia atrás contra la pared por instinto mientras Toji se ponía a trabajar, sus afilados dientes raspaban y tiraban de tu piel mientras chupaba y lamía tu suave cuello, su cálido aliento te hacía cosquillas y te ponía la piel de gallina.
Jadeaste en el aire cuando Toji agarró tu trasero con más firmeza y te hizo arrastrar tu coño con más fuerza hacia su pierna, estimulando más tu coño. "Tojii", gemiste sin aliento, tus ojos se cerraron por la excitación mientras él continuaba el mismo movimiento una y otra vez, asegurándose de que realmente sintieras el duro músculo de su muslo contra tu coño a través de la capa de ropa que ambos llevaban.
La polla de Toji palpitaba en los confines de sus pantalones mientras gritabas por él. El hombre grande empujó sus caderas contra las tuyas al mismo tiempo que tiraba de tu trasero contra él, forzando su rodilla más entre tus piernas, lo que permitió que su polla se frotara contra tu barriga inferior cada vez que jorobaba su pierna. "Sí, sigue diciendo mi nombre", gruñó Toji contra tu cuello, enfatizando sus palabras con un mordisco burlón justo debajo de tu oreja, haciéndote jadear y repetir su nombre nuevamente.
