Lo que se aleja, pero permanece

170 27 107
                                    

Expediente 05: redundante.

_★★★_

Puede ser un problema si no puedes dejar de mirar atrás mientras tratas de avanzar.

-¿Acaso no tienen responsabilidades? - se quejó Tweek en voz baja, mientras caminaba hacia su primera clase esa mañana. Las miradas furtivas y los susurros de la gente a su alrededor le incomodaron al principio, pero luego decidió ignorarlos porque era lo mejor.
-Claro, seguro que no.

Tal vez, en el fondo, sentía un ligero atisbo de envidia. A sus dieciocho años, se consideraba ya un adulto, pero la realidad que experimentaba no coincidía con las expectativas que tenía a los quince o dieciséis años. ¿Era la transición a la adultez una segunda pubertad, o es que las personas que lo rodeaban simplemente no tenían tanto de qué preocuparse como él?

-Tweek - Bebe lo llamó, coreando su nombre con una sonrisa radiante mientras colocaba un brazo reconfortante sobre su hombro, ofreciendo su apoyo. -Vamos juntos, aquí hay muchos fisgones acechando.

Cuando dijo eso, los susurros de los demás se detuvieron de repente, y aquellos que antes murmuraban fingieron demencia.

-¿Ahora eres mí "salvadora"? - Tweek respondió con una leve sonrisa, notando un destello de gratitud en sus propios ojos. -Qué ocurrente.

-¿Lo sé, verdad? - Bebe dijo con orgullo, inflando un poco el pecho. -Soy la amiga perfecta, estoy segura de que en mi vida pasada fui una santa.

-Seguro que sí - continuó el juego Tweek, aunque luego desvió la mirada hacia otro lado y aceleró el paso. -Será mejor apresurarse, no quiero llegar tarde.

-¡Bien! - Bebe asintió con entusiasmo, siguiéndolo.

Se había percatado de ello: alguien llevaba unos días espiando cada uno de sus movimientos. Al principio, la reacción instintiva de Tweek fue querer golpear a quien lo estaba observando para que se detuviera. Sin embargo, prefirió cambiar de táctica.

-¿No hará nada raro esta vez, cierto? - murmuró Clyde con temor, escondido detrás de un árbol y sintiéndose tonto por lo que estaba haciendo. -Es demasiado raro.

En realidad, se había convertido en un fisgón en contra de su voluntad. Solo estaba siguiendo las órdenes de su increíble mejor amigo. Claro que se había negado en un principio, pero él había sido más persistente en aquel momento:

Después de mucho reflexionar, Craig se sentía más decidido que nunca. Tweek caería rendido a sus pies. Esta sería su manera de vengarse por la forma en que lo trató, pero también de obtener algo que anhelaba intensamente. Porque era verdad, era incapaz de aceptar el deseo de algo y no poder obtenerlo. De hecho, si lo pensaba detenidamente, Tweek prácticamente lo desafió a hacerlo, y él aceptaría ese desafío con gusto.

Lo convertiría en el tipo de persona que siempre querría regresar a él.

-Estás tomando esto demasiado en serio - dijo Clyde, visiblemente aburrido, mientras caminaban juntos hacia el campus y conversaban. -Sigo pensando que deberías buscar a otra persona.

-¿No me conoces lo suficiente? - rió Craig con una chispa de determinación en los ojos. -Cuando quiero algo, lo consigo a toda costa. Ese chico se burló de mí y eso es...

-¿Excitante? - bufó Clyde, mostrando su escepticismo. -Eres como mi hermano y te conozco bien, pero ¿no te parece que esto es exagerado? Incluso para una aventura de una noche, nunca te esfuerzas tanto por una segunda vez.

-Bueno, tal vez ha despertado un poco de mi interés - dijo Craig con un tono tranquilo, pero con un destello de malicia en sus ojos, lo que sorprendió a Clyde. -Y quiero castigarlo por eso.

Ídem - [Creek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora