¿Qué mejor momento, que el que dos miradas se encuentren por primera vez y lo compartan todo?
Nadie nos explica la explosión de emociones en tu interior cuando se acerca y hace que tu piel se erice y tu corazón lata en demasía, ni cuando sientes que no está lo suficiente cerca de tí y por eso quieres fundirte junto a esa persona, ser uno solo. Esa euforia y necesidad de estar en continuo contacto, de conoceros de tal manera que no se sepa cuál es el final y el principio de su cuerpo. Un momento que se divide en muchos. Es la magia de conocer por primera vez los entresijos del amor, el compartir nuevas y desconocidas emociones. Ese es el secreto del amor, donde sólo unos pocos afortunados llegan a amar tanto a una persona que son capaces de verse reflejados en la mirada ajena cuando abren los ojos.
Y como todo lo desconocido, el primer amor trae consigo un misterio aterrador, una montaña de emociones con acción automática que no podemos controlar, una irremediable muralla de inseguridades y celos, y una pasión completamente descontrolada.
Entonces acaríciala con los ojos cerrados, tócala como a las cuerdas de una guitarra, besa todas y cada una de las constelaciones que hay en su espalda. Di como un niño una y otra vez que quieres incondicionalmente a la persona que se encuentra abierta en canal por ti, queda todo de sí para que no la abandones, para tocar las estrellas y ellas os envuelvan a los dos. Arregla ese corazón y abraza su alma.
Pero como todo en esta vida, el amor tiene un precio devastador, ese que hace que tu corazón llore desconsolado y que tu alma se rompa en dos. Algo que todos tenemos y que es muy difícil de superar.
¿Serás capaz de amar a esa persona y al mismo tiempo, amarte a ti?
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Lo que (no) aprendimos del amor
Teen FictionNoa siempre se sintió incomprendida, un pez a contra corriente. Sin embargo, ese verano en su pueblo natal alguien le cambia la vida demostrándole que no tenía porqué ser alguien diferente por los demás cuando para él ella era ya perfecta. "-Noa, y...