うずまき/ Uzumaki [Una era diferente]

Capitulo 14

Muy temprano en la mañana Mikey abrió los ojos, algo extraño pues normalmente solía dormir hasta muy tarde, en días de escuela era Kenchin quien los despertaba, aunque debido a que no se la ponía fácil a su amigo siempre terminaban llegando hasta la hora del almuerzo a clases pero el cansancio nunca abandonaba su cuerpo, haciendo que durmiera entre clases hasta que fuera hora de comer o salir de ese martirio llamado escuela.

Con Kenchin en el hospital resultaba un tanto más complicado seguir su rutina, se había asegurado de estar junto a él en todo momento pero el gigantón Io terminó corriendo al darse cuenta de que estaba comiéndose la merienda que le traían las enfermeras y se le ocurrió la grandiosa idea de ir con Naru-chan a su departamento

Lo de quedarse a dormir no estaba en sus planes, pero la cama de la ojiazul se veía cómodo y olía a flores ¿Naruto también olería así?

La noche terminó siendo pasajera, el sueño Io alcanzó rápidamente. Ahora que despertaba tan temprano en la habitación de Naruto sentía que tenía mucha energía, podría pelear con una pandilla entera o comer todos los dorayakis que quisiera en ese momento.

Entre su asombro vislumbró la cobija que lo cubría del fresco aire de la mañana y luego a la dueña de la habitación.

La rubia dormía en una posición algo incomoda contra la puerta, apoyando la cabeza en un mueble cercano que hacia que algunos mechones rubios cubrieran su pacífica expresión.

— Tonta... no debiste dejarme esto si no querías — susurró el rubio cubriéndola con la manta mientras se agachaba a su altura. En realidad era una chica atractiva, su apariencia podría considerarse exótica... no... hermosa tal vez era una mejor palabra.

Inconscientemente retiró uno de los traviesos mechones rubios del rostro de la joven.

Esto hizo que la joven se removiera un poco, Mikey buscó alejarse pero Naruto le tomó de la mano aún dormida haciéndolo congelar.

— no me dejes — susurró, pequeñas lagrimas bajaron por sus mejillas, pero esa súplica no era para Mikey — Sasuke...

Inconscientemente paso su mirada a la foto del niño peli negro, fulminándola e ignorando el hecho de que estaba haciendo eso con una simple fotografía de un niño que ni conocía.

— Pues yo creo que tiene cara de idiota— masculló. Se levantó, no sin antes darle un último vistazo a la chica.

Sería mejor que fuera con Kenchin al hospital, pronto servirían el desayuno en el hospital y no quería perdérselo.

Le dio un último vistazo a la bella durmiente, sonriendo divertido al verla fruncir el ceño entre sueños.