Capítulo 1: Primera mala impresión

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La ansiedad, el nerviosismo y la emoción carcomían al azabache, y serían las tres palabras que describirían a la perfección el estado de ánimo de Daemon

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La ansiedad, el nerviosismo y la emoción carcomían al azabache, y serían las tres palabras que describirían a la perfección el estado de ánimo de Daemon.

Como si de un conejo hiperactivo se tratase, corría de un lado a otro cargando enormes cajas pesadas hacia el pasillo del primer piso donde residiría. Si bien el departamento ya estaba amueblado y tenía todas las comodidades necesarias, las pertenencias de Daemon seguían siendo cuantiosas.

El equipo de la mudanza finalmente se fue, dejando a un exhausto joven descansando unos instantes contra las cajas, subirlas al primer piso no era tan complejo pero tampoco fue labor sencilla.

Entrecerró los ojos un instante, el proceso de mudanza desde su ciudad natal hasta esta nueva ciudad se trató de un largo camino.

Daemon escaneó las oscuras paredes del pasillo, era una pintura de aceite de tonalidad azul grisáceo, también notó que acababan de limpiar el pasillo, puesto que percibió un potente olor a pino y aromatizantes florales.

Espabilando, se puso una pesada caja de voluminoso tamaño entre las manos, tambaleándose hacia la puerta abierta de su ahora hogar, saliendo de entre el montonal de cajas hacia el pasillo.

Daemon cometió el error de no aseverarse que alguien no estuviera cerca para cuando fuera a atravesarse con la caja.

Tras dar un par de pasos, se estrelló contra una persona, ya que salió repentinamente y sus movimientos fueron tan rápidos, ni siquiera tuvo tiempo ni oportunidad de recuperar el equilibrio.

Por si fuera poco, la caja salió volando de entre sus manos y cayó encima de la otra persona, un quejido adolorido resonando en las paredes del pasillo.

Así, ambos yacían en el piso, aturdidos. El dolor atravesó la espalda del estudiante, él pudo imaginarse que era peor para la contraparte que recibió un impacto mayor.

«Ya le di en la madre...»

Daemon entró en razón, se levantó apresurado y ayudó al individuo a quitarse de encima la enorme caja que lo aplastaba, así descubriendo al alto hombre castaño. El atractivo del hombre era mortal, creyó que fácilmente podría tratarse de un modelo.

—¡Discúlpeme! ¡Enserio, perdón! Me descuidé un momento, que imbécil soy. —El de ojos oscuros extendió su mano, observándole casi suplicante de que aceptara su ayuda y se pusiera de pie.

Lennox ya se esperaba de antemano un torrente de maldiciones, cualquiera se enojaría por algo así.

El contrario lo miró inicialmente con impotencia y frustración, apunto de hablar, quien sabe si para recriminarle o para decirle que tuviera más cuidado, pero al ver el rostro del estudiante, él se quedó gélido.

Daemon apreció como los tonos en la piel del hombre cambiaron, de estar pálido como una vil hoja de papel, a estar rojo.

Sus pupilas reflejaron una profunda incredulidad y especie de horror, lo cuál Daemon pasó por alto debido a la conmoción del momento y por estar enfocado en otro aspecto, si el mayor estaba bien o no.

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⏰ Last updated: Apr 01 ⏰

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Catarsis: Indeleble en mi alma.Where stories live. Discover now