El gran guerrero del mar. (Usopp x All)

15: Ser un gamma.

Chopper y yo estábamos sentados en una esquina, lo suficientemente cerca para oír y ver todo, pero intentábamos pasar desapercibidos. No es que seamos tímidos, es que el movimiento, la energía, los discursos y la cantidad de omegas enroscados en acaloradas discusiones sobre el poder, eran, al mismo tiempo, abrumadoras e inspiradoras.

Nos veíamos con miradas cómplices. Esto es increíble.

— ¡Nos hemos esforzado mucho para conseguir armar este comité! No deberíamos desaprovechar la oportunidad de expandir nuestra fuerza y empoderar a otros omegas a levantarse contra la opresión de género... —una chica menuda, con vestido rosa de volados y un sedoso cabello largo y rubio se había subido al podio para discrepar con un grupo de mujeres un poco más mayores. 

Yo observaba todo sin siquiera parpadear. 

¿Levantarse contra la opresión...? ¿Qué planean?

— Willa, es riesgoso, no queremos correr ese peligro. Podríamos redactar notas e intentar divulgarlas a otras islas como un medio de expresión, pero iniciar una revuelta no es la intención de este comité. — La mujer más anciana del grupo sentenció y, a su lado, todas asintieron con miradas severas.

— ¡Willa tiene razón! 

— ¡Hay que actuar ya! 

Debajo del improvisado podio, omegas levantaban sus puños en señal de queja y apoyaban a Willa.

Esto era muy interesante de presenciar, pero me estaba poniendo un poco nervioso. No sé si quiero ser cómplice de una revolución. 

— Oye, Chopper... —susurré llamando su atención. — Quizá deberíamos irnos, esto es... — Fui interrumpido por un hombre que me llamó por mi nombre.

— Umh... ¿Eres Usopp? El gamma... —su voz era melodiosa pero sonaba algo tímida. 

Era bastante alto y fuerte. Su piel morena brillaba muy hermosamente bajo el sol de la isla, y sus cabellos, negros como las noches en alta mar, caían con gracia por sus hombros y se perdían entre su ropa limpia, impecable, también negra. Percibí en él un aroma profundo, picante, tan dulce como la miel y tan embriagador como el vino. Asentí y continuó hablando. 

— Me llamo Vamp. Tengo treinta y cuatro años y es la primera vez que veo a otro gamma. — Se arrodilló a mi lado y tomó mis manos entre las suyas. Depositó en ellas un beso y me miró admirándome. 

¿Otro gamma? No puede ser...

— ¡¿Eres un gamma de treinta y cuatro años?! — Chopper se puso de pie de inmediato y se acercó a él tanto como pudo. 

— ¿Tú también eres un gamma? — No podía disimular mi shock. — Te ves perfectamente bien... — Lo veía tan saludable, incluso me atrevería a decir que se lo veía feliz.

Entonces, es posible para un gamma como yo verse como él...

"No vamos a morir."

Últimamente, había estado reparando demasiado en la idea de morir. No porque yo quisiera, sino porque eso es lo que los gammas hacen. O al menos, eso se supone que hacíamos. Somos criaturas frágiles, pero él se ve tan poderoso.

Lo escuché reír con una confianza deslumbrante, y sentí que recuperé mis ganas de seguir viviendo. 

Tal vez, ya no sienta más a la muerte esperándome en cada esquina.

— Sí, soy un gamma con todas las letras. ¿También es la primera vez que ves a otro como tú? — Su optimismo me arrastraba con él. Mis angustias se veían tan lejanas que la vida me supo dulce de nuevo, como cuando era chico, como cuando no era gamma.