┻━┻
|2:15 pm||03 de Octubre del 2018 |
Muerte Súbita no ha llamado a Miguel Bernal, ya que su tiempo aún no expira, aunque bueno, el sienta que está muriendo internamente.Al final de una exhausta jornada laboral, estresado por ello, con deudas a pagar y menos ganas de vivir, Miguel llegaba a su hogar, siendo recibido por su pareja, quien solo podria brindarle una sonrisa sincera y un abrazo. Ambos no sabían que tenían más; si cansancio o deudas a pagar.
No estaba siendo el momento para aquella pareja, y aunque ambos luchaban por salir adelante, ni siquiera sabían en que momento las deudas aumentarían a tal punto de asfixiarlos de esa manera.
No la estaban pasando bien, pero, permanecían allí, uno apoyando al otro, lo cual, era un gran consuelo.
-No veo el momento de dejar ese maldito consultorio... Ya no puedo más.- dijo con su notorio cansancio, tirándose en aquel sofá café de la sala.
-Estamos haciendo lo mejor, verás que pronto comenzará a irnos mejor... Ya lo verás.
Miguel no lo decía, pero había veces en que odiaba ese "positivismo" de parte de Javier.
-¿Qué tal tú? Apenas hoy lograste descansar pero, dudo que lo hayas hecho.
-Oye, ¿Que te hace pensar que dos empleos acabarán conmigo?- rió- No Mike, necesitas más que eso para verme exhausto de verdad.
-Bueno... Tus ojeras dicen lo contrario.- contestó, señalando aquellas marcas de su nulo descanso, debajo de aquellos bonitos ojos.
A veces les parecía realmente increíble el como habían pasado de disfrutar su vida ahora de casados, a tener que sacrificar horas de sueño en los empleos que pudieran tomar. Las deudas que sus respectivas familias les dejaron a ambos, les cayeron como un balde de agua fría, y ahora ya no había vuelta atrás.
Es cierto que tus familiares solo te recuerdan cuando necesitan algo y ahora Mike y Trolli podían confirmarlo.
-Ambos no hemos logrado dormir, y tú regresas mañana a trabajar, así que- se levantó, tomando la mano del pelinegro- Anda ya, vamos a dormir, lo merecemos.
-¿Pero, que hay de la casa...?
-Dios mío, solo descansa ¿Vale? Más tarde me preocupo yo por eso.
Arrastrando sus pasos, ambos llegaron a su habitación, se recostaron, abrazados y simplemente el sueño comenzó a atraparlos.
Dormir la mayor parte del día, o siquiera dormir un mísero momento, se había vuelto parte de su rutina diaria.
Y cuando al fin la calma comenzaba a llenar el cuarto, el teléfono de Miguel sonó.
VOUS LISEZ
Horas Contadas - | Spartor |
Fanfiction❝⸺¿𝘈𝘶𝘯 𝘴𝘦𝘨𝘶𝘪𝘳𝘢𝘴 𝘢𝘮𝘢𝘯𝘥𝘰𝘮𝘦? ¿𝘗𝘰𝘳 𝘲𝘶𝘦 𝘵𝘦𝘯𝘥𝘳𝘪𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘴𝘦𝘳 𝘦𝘴𝘵𝘦 𝘯𝘶𝘦𝘴𝘵𝘳𝘰 𝘧𝘪𝘯𝘢𝘭?...❞ Ari no podía creer que la llamada que recibiría sería aquella que marcará su fecha de muerte. Intentará hacer lo posib...