⠀⠀‎☆ ៸ ▸ ‎ ‎ capitulo cinco

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──Park, deja de hacer rebotar tu maldita pierna, me estás cabreando

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──Park, deja de hacer rebotar tu maldita pierna, me estás cabreando.

Daniel se detuvo, el chico se puso rígido ante el susurro amenazador que le dirigió Zack, que seguía mirándolo con fijeza.

──Deja de estresarte, idiota, estarás bien.

──Mm──fue todo lo que respondió, incapaz de formular una frase adecuada en ese momento, con los ojos obstinadamente pegados a la pizarra

Si miraba fijamente lo suficiente, al final sería capaz de prestar atención, estaba seguro. Y como era de esperar, no fue así ¿Cómo iba a serlo cuando la misma persona a la que iba a confesarse dentro de unas horas estaba a su lado, mirándole inquisitivamente y dándole un codazo para que prestara atención cuando pasaba un profesor?

Daniel simplemente sabía que el rubio debía de creer que se encontraba mal o que necesitaba ir al baño con su constante retorcimiento y ninguna de las dos cosas era buena.

Lo que finalmente lo llevó al límite fue un calor abrupto que se filtró a través de su camisa blanca y su chaqueta azul, penetrando en su piel y calentándole los huesos.

──¿Jay?──había girado mínimamente la cabeza hacia dicho hombre, bastante consciente de que el profesor miraba a la pareja (o más bien a él en concreto) con sospecha──¿Pasa algo? No──Daniel se apresuró a mentir, horriblemente increíble──Estoy perfectamente bien, aburrido, yo... Sólo estoy aburrido.

Jay parecía evidentemente dudoso, pero al ver la sonrisa tensa de Daniel, comenzó a retroceder, decidiendo sacar el tema después de que terminara la clase y pudieran discutir adecuadamente lo que estuviera sucediendo. Sin embargo, el moreno, presa de una repentina valentía, alargó la mano y agarró el antebrazo de Jay, tirando por error de él mucho más cerca de lo que pretendía en un principio, haciendo que ambos se detuvieran, el rubio apoyado en el pecho del más joven y mirándole con los labios entreabiertos por la sorpresa.

Por amor a las cosas buenas por favor no oigas los latidos de mi corazón, por favor no escuches mis latidos, por favor no escuches mis latidos, por favor

No se había dado cuenta de que su agarre se había vuelto insoportablemente apretado hasta que Jay movió el brazo, como si intentara encontrar alivio.

Daniel enrojeció de vergüenza y soltó instantáneamente su agarre como si lo hubieran quemado.

──Lo siento, yo solo-──Jay no retrocedió, se limitó a permanecer como estaba y Daniel tomó nota de la palma sobre su rodilla que debía de estar colocada para impedir que chocaran de verdad. Apartó los ojos de donde se tocaban, aquel blanco lujoso y luminoso contra sus pantalones negros, tragó saliva──¿Me acompañas hoy al parqué? Necesito hablar contigo──

El rubio pareció tener que procesar la pregunta pero una vez hecho asintió con fervor, sentándose apresuradamente recto como una tabla en su silla, echando un vistazo al profesor que afortunadamente no se había dado cuenta de... lo que fuera que acababa de ocurrir.

VEINS 𐚁 jaesukWhere stories live. Discover now