𝐓𝐡𝐞 𝐭𝐨𝐫𝐭𝐮𝐫𝐞 𝐨𝐟 𝐀𝐮𝐠𝐮𝐬𝐭. | Shinchako, ShinKami.

Parte dos, 'Betty'

A mí no me gustaría asumir las cosas, pero tengo entendido que cambiaste de casillero por mí. Yo sabía que ibas a querer alejarte, pero no tan pronto. Sabía sobre las consecuencias pero no creí que iba a sufrirlas tan rápido. 
Denki se había vuelto una diversión de verano, yo no lo había tomado tan en serio al principio. Iba a dejarlo en el tercer día pero algo hizo que me quedara. Pero al quedarme, te iba a dejar sola. 
Pasé por tu casa el otro día, sentía la tensión y frialdad del ambiente con solo respirar. Congelaba mis pulmones y detenía mí corazón, escuchando aquel horrible pitido en mis oídos que me marea y me da náuseas. 
Yo sabía que Mina iba a decir algo, ella siempre sabe. También sabía que no le ibas a creer porque ambos sabemos que en su mayoría, solo son rumores que ella misma inventa. 
Pero esta vez era verdad. 
Era verdad y yo fui un idiota. Me dejé llevar por la emoción, por la excitante idea de sentir a alguien más tocándome, susurrándome y apreciando cada cosa que hago. Yo podía ver la forma en la que él me miraba, la forma en la que sus mejillas se ponían rojas y sus manos tiemblan ante el roce de mis dedos. 
Él se veía tan enérgico cuando lo vi de lejos pero mientras más me acerco, más nervioso se pone y es adorable.
Me acosté en su cama, yo he saboreado sus labios y lo hice suspirar. Al principio, solo pensaba en ti, pensaba en tu cabello marrón entre mis dedos, pensaba en tu voz, en tus ojos color café. Pero lamentablemente, te volviste un simple recuerdo mientras pasaba el tiempo. Lentamente te presté menos atención, solo nos veíamos los fines de semana, dejándote dudar porque yo solía ir a buscarte todos los días. 
"Tengo que entrenar para el torneo." Te decía, sabiendo perfectamente que yo no tenía entrenamiento hasta el comienzo de clases. Te mentí descaradamente y tu no reaccionas. No sé si me creías o no, pero nunca te molestaste, haciéndome sentir más culpable. Al principio, me enojé, porque pensaba que a ti ni siquiera te importaba lo que yo hacía, pero después me di cuenta que simplemente tu eras muy comprensible. 
Además, la pelea en la casa de Mina aún nos ponía tensos. Sobre todo porque ese fue el comienzo del final entre nosotros. Yo sabía que tarde o temprano las cosas iban a terminar pero no de esta forma. ¿Me creerías si te digo que me arrepiento de todo? Si voy a la puerta de tu casa, rogando que me ames de vuelta ¿Me habrías abierto la puerta? Me arrepiento de haber roto tu corazón, me arrepiento de haber pensado en alguien más que no sea tu, lo arruiné. 
Eres el amor de mí vida, Ochako, pero a la vez siento que fuimos forzados a unirnos cuando nos volvimos en las personas más populares de la escuela, pues eres la favorita de las porristas y yo soy el capitán. Yo te amo, nunca voy a negar eso pero hay una razón por la que fue tan fácil irme con él. 
Te vi bailar con ese tipo, te vi riendo y posando sus manos en los hombros de alguien más, lo cual me hizo hervir la sangre. Tal vez usé eso como excusa para engañarte y aunque esté mal, en el momento creí que valía. Quiero buscarla y rogarle a ella. Rogarle que no se vaya y me mantenga en su vida como un pobre perro abandonado. No tuve la intención de lastimarla, pero claro, el error hecho está.
Cuando junté mí valor, logré ir a su casa, colándome en una de sus fiestas. Yo no estaba invitado, claramente me metí sin permiso, estuve mal, lo sé, pero yo solo quería buscarla. La encontré conversando con Mina, su vestido rosa apenas tapaba sus rodillas y dejaba ver sus hombros y pecho. Su cuello estaba decorado por un lindo collar que yo mismo le regalé, parte de mí se ilusionó al ver eso. Es el collar que le dí en nuestro tercer mes de noviazgo. 
"¿Qué haces aquí?" Obviamente fue Mina quien me habló porque sabía que Ochako iba a querer ni siquiera verme. La ignoré y me acerqué a la chica que amo. Mina iba a reclamar pero mí corazón se detuvo cuando Ochako tomó mí mano y me llevó al garaje. 
La miré a los ojos, ya con mirarla ella sabía de mí tristeza. Ella me preguntó por qué vine a la fiesta, yo le dije que quería hablar con ella. "Pudiste mandarme un mensaje y arreglábamos para hablar a solas." "Pero ambos sabemos que ibas a ignorarme." Le respondí, haciéndola suspirar. "Mira, no estoy pidiendo que me perdones, sé que estuve mal, sé que lo arruiné todo, pero yo te amo, Ochako. Yo realmente te amo y no pienso rendirme-","Ya te rendiste, Hitoshi, si no no te habrías ido con alguien que no conoces, no habrías subido a su estúpido auto." Ella me interrumpió con un tono de voz más alto, demostrando frustración. "No lo insultes, sé que nos odias a los dos pero Denki-" 

¿Por qué lo estoy defendiendo? 

"A mí no me importa lo que sienta o lo que haga Denki, no voy a enojarme con él cuando yo siempre supe está enamorado de ti- El punto es que no puedes simplemente arreglar algo que tú mismo hiciste, no puedes venir a decirme que me amas y que quieres volver conmigo." ella tenía un punto, lo sé pero me negaba a quedarme de los brazos cruzados. "No quiero perderte, no quiero que mí error arruine todo y no me de chance de arreglar las cosas, me niego a aceptarlo." Yo insistí mientras la veía desviar la mirada. "Me niego a soltarte." 
"Pero ya lo hiciste." "¡No, no lo hice! Nunca dejé de amarte." "Si nunca me dejaste amar ¡¿Por qué te subiste a su auto?!" "No sé-" "Si no sabes por qué te fuiste con él, cómo podrías saber que aún me amas.. "
Silencio, siento un calor insoportable en mí cabeza, mí nuca pica y mis manos tiemblan. 
"Vamos a mí auto." Yo le dije, mientras ella me vuelve a mirar. Ella aceptó y fuimos a mí auto, la veo llevar mí chaqueta como si fuera suya. Yo se la había dado la noche en la que peleamos, ya que a pesar de estar enojado, no quería que se resfriara. Ambos nos sentamos y nos quedamos en silencio mientras se escucha la música de la fiesta en el fondo. "¿Vas a dejar de verlo?" La oigo preguntar, haciéndome saber a qué se refería al instante. "Ni siquiera me acerco a él." Le respondo. 

Y así, ella por fin me besó.

Gracias por leer.