20 - Contra el Minotauro

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Destruí el último Orco con otro golpe.

- Parece que ese es tu límite actual. Después de 3 técnicas, te quedas sin maná de fuego, y 2 más con tu Mp.

- ¿Alguna idea para mejorarlo?

- No. Cultiva - Reus negó con la cabeza como si fuera lo más obvio del mundo.

- ¿No lo estoy haciendo ya todos los días? Incluso alcancé la 3era etapa de la Formación de Huesos.

- Sí, y considerando el poco maná de la ciudad, vas avanzando rápido, pero debes buscar otro espacio con mejor concentración de maná y pureza.

- ¿Dónde sería eso?

- En otro país o hay casos donde se forma un espacio concentrado en una mazmorra o en los alrededores.

- Lo del otro país no es recomendable ahora. ¿Puedes avisarme si sientes algo?

- Claro. También te avisaré de cualquier fluctuación a tu alrededor.

- Gracias, eso ayudará.

Mientras hablábamos corté las cabezas de todos los Orcos y los metí en la bolsa de almacenamiento.

Justo cunado terminamos de hablar...

- ¡Uhooo! - escuché los gritos de un toro salvaje y sabía lo que se acercaba.

Al ver el Radar, había 4 puntos que se acercaban a mí a gran velocidad.

- Eso es raro. Los minotauros no viajan en grupo.

Tomé mi lanza preparando mi Mp para la pelea. Aunque no recuperé toda mi energía interna, tengo confianza si tengo que escapar.

3 minotauros salieron de unos bosques a máxima velocidad, destruyendo los árboles como si estuvieran hechos de papel.

Parecían asustados por alguna razón.

- ¿Pero qué es eso..?

Detrás de esos 3 minotauros apareció otro. Solo que más grande... Casi el doble, midiendo 4 metros. Con algunas marcas rojas circulares por todo su pecho y brazos.

El minotauro cargaba una hacha gigante que usaba como un simple cuchillo de cocina en una mano. Alcanzó rápidamente a los otros.

*Golpe*

*Cortar*

*Cortar*

El gigante cortó a 2 de ellos y golpeó la pierna del otro, aunque intentó resistirse en el suelo le clavó uno de sus cuernos de la cabeza en el pecho. Sin duda murió al instante.

- ¡¡Orguaa!! - Se golpeaba el pecho una y otra vez celebrando su victoria y bailando con su hacha como un indio.

- Ese... No estaba en el libro.

No recuerdo el capítulo de un minotauro gigante que cace a otros

- Curioso... Parece que tienes mucha suerte, discípulo.

- ¡¿A esto llamas suerte?!

Parece que tiene buen oído, ya que se volteó y cargó hacia mí con sus brazos y piernas como un toro enfurecido.

- Urgh... Si eso es lo que quieres.

Usé una combinación de [Punto de Redirección] y la lanza para desviar el golpe del cuerno en su tacleo y asesté un codazo con mi mano libre en su sien, reforzado con [Piel de adamtino].

Gracias a que el muy tonto solo atacaba sin pensar, rodó aturdido dejando un sendero de rocas y árboles destruido a su paso.

- Sí, suerte. Ese minotauro parece tener un orbe de maná puro en su cuerpo. Eso te ayudaría mucho en tu cultivo.

De un simple abandonado a uno invencibleWhere stories live. Discover now