De un simple abandonado a uno invencible

34 - Cosas de hombres

POV - Miyu

Me desperté somnolienta sin reconocer muy bien mí alrededor.

Esta, no es mi cama

Cuando pude enfocar bien, me di cuenta en donde estaba y los recuerdos de anoche me bombardearon.

Aún seguía encima de mi maestro y él me abraza con algo de fuerza. Como si no quisiera soltarme.

Me encanta esta sensación.

Estar entre sus brazos era tan cálido y reconfortante que me hacían querer volver a dormir. Pero también ver su rostro dormido y tranquilo era emocionante.

Con algo de esfuerzo y muchos movimientos lentos para no despertarlo, logré sacar una de mis manos y la moví para acariciar su pelo. 

¿Pero, y si se despierta?

Las dudas y la sensación de estar haciendo algo incorrecto detuvieron mi mano.

¡Urgh! su pelo se ve tan liso. ¡¡Quiero acariciarlo!!

Cediendo por completo a sus deseos, deslizó las yemas de sus dedos despacio por todo el pelo de Ryu. 

Aunque al principio quería hacerlo con sutileza para no despertarlo, a medida que pasaba el tiempo no se contuvo en lo absoluto y jugó con él.

Mantuvo un ojo en las expresiones de su rostro y dedujo que tenía el sueño pesado.

Tal vez no pudo dormir nada por las pesadillas

Cuando recordó todo lo que pasó ayer, ella estaba muy avergonzada. Desde su punto de vista había sido el peor día de su vida. 

Primero: Se comportó de una forma chillona e impulsiva con los invitados de su maestro.

Segundo: Estaba muy enojada y celosa por la forma tan casual con las que él se dirigía a ellas. 

¡¡Incluso recibió un beso en la mejilla de esa seductora malvada y le acarició el pelo a la gata ladrona!!

Y finalmente; cuando ella planeaba disculpase, lo encontró todo sudado y vulnerable... Tal vez le dijo que se fuera, pero ella sabía que pasaba por un mal momento y que necesitaba a alguien.

Miyu quería que su maestro pudiera confiar más en ella. Ser esa persona que pueda acudir cuando lo necesitara.

Al principio estaba en contra y eso le dolió, pero ella quería estar a su lado. Tal vez fue simple egoísmo lo que la hizo sugerir dormir juntos, pero no se arrepentía para nada.

Mientras seguía acariciando su pelo. Ryu se movió adormilado, y acercó a Miyu a su rostro.

Ella se tensó por completo al verlo tan cerca y casi suelta un grito de sorpresa. 

Por suerte, se tapó la boca justo a tiempo. 

Al verlo así no pudo evitar sonrojarse hasta las orejas, pero ella pronto se enfocó más a la máscara de esqueleto que cubría la mitad de su rostro.

¿Cómo se verá sin ella?

Ella se sintió muy feliz cuando le dijo que su verdadero nombre no era Crane. 

Aunque en realidad quería saber el verdadero, le agradaba la sensación de que confiara en ella para ese secreto.

Y la posibilidad de que no le haya dicho eso a nadie más. Incluso si fuera una posibilidad remota. Bueno, solo digamos que cada vez que ese pensamiento volvía, ella no paraba de sonreír.

Ella quería saber todo de su salvador.

Lentamente acarició su rostro, inició con sus orejas, luego fue a sus pequeñas cejas y sus párpados cerrados, siguió bajando lentamente hasta llegar a su máscara. Ella la sujetaba con ambas manos muy tentada a quitársela.